domingo, 28 de julio de 2013

Jóvenes zamoranos en Inglaterra (JMJ): mejor compartir que competir

Los 41 jóvenes zamoranos que han viajado hasta Inglaterra para participar en el Brightlights Festival, con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro en el horizonte de su encuentro, continuaron ayer con su convivencia, oración y adoración. Nos lo cuenta nuestro enviado especial, Pablo Rodríguez.

Aylesford Priory, 26/07/13. En estos días, el monasterio ingles de The Friars es un hervidero de gente. No somos los únicos españoles que estamos aquí, hoy han llegado un grupo que están de voluntarios en Londres. Estamos conociendo mucha gente. Mañana os hablaré de Álvaro, un chico de Madrid que está en este monasterio como voluntario, pero hoy quiero hablar de una persona que me ha impresionado como pocas lo han hecho.

Es Freddy. Es rapero, grafitero, dibujante y católico. Me contaba que ha visto morir a muchos amigos por causa de las peleas de bandas, por drogas… Por eso ha decidido crear una especie de escuela de rap para poder ayudar a chicos de la calle a salir de ese círculo vicioso que es la calle. Ahora mismo tiene 45 jóvenes que ya han renunciado a las drogas, a las armas y que tratan a las mujeres como “si fueran sus madres y sus hermanas”.

César también es colombiano y, así como el reclamo de Freddy es el dibujo, el de César es una guitarra eléctrica que construyó con un fusil, un kalashnikov. Junto a Freddy, tienen un proyecto llamado 24-0. Consiste en conseguir que el día 2 de octubre no haya una sola víctima mortal por violencia en Latinoamérica. Ellos vienen de un país donde se registran una media de 150 muertes violentas al día.

Nos contaba César que los policías tienen una “cuento” que es que a las 6 de la tarde dicen que están saliendo del trabajo los cadáveres que recogerán a medianoche. Todo por una discusión que acaba mal, un paseo por donde no debe o el mismo deseo de venganza.  Me quedo con una frase de Freddy: “No es importante competir, como nos enseña la sociedad, es más importante compartir, como nos enseña el corazón”.

El día fue un poco loco. Por la mañana, 2 speakers nos dieron unas pautas de vida. En la misa, celebrada en una iglesia al aire libre, nuestros anfitriones tuvieron un bonito gesto con nosotros al leer el evangelio en inglés y español y por hacernos un resumen de la homilía. En ella, nos pedían que fuéramos muy sentidos con nuestros corazones, porque “si curamos lo débil, podríamos dañar lo fuerte”. Apareció la lluvia, lo que a muchos nos hizo recordar aquella noche en Cuatro Vientos, cuando, pese a la lluvia y al aire, no abandonamos nuestros sitios.

La tarde comenzó con talleres de varios tipos: arte, deportes, comunicación, felicidad… En grupo, acudimos al taller de Freddy y César, de los que ya os he hablado. Ya por la noche, la lluvia no paraba de echar agua y tuvimos que hacer la celebración de la reconciliación al interior de la carpa. Allí, de nuevo en otro gesto hacia nosotros, nos ofrecieron la oportunidad de confesarnos en español, ya fuera con Fernando Toribio, Florentino Pérez u otro sacerdote que hablaba español. Tras ello, tuvo lugar la adoración del Santísimo, que quedó expuesto en una de las capillas del monasterio.

Mañana es el fin de fiesta, con carnaval y con la celebración de la misa en conexión en directo con Río de Janeiro, donde el Papa Francisco celebrará también la eucaristía y anunciará la sede de la próxima JMJ.

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