martes, 19 de febrero de 2013

El Museo Diocesano de Zamora inaugura su segunda exposición temporal


Hoy se ha inaugurado en el Museo Diocesano de Zamora la segunda exposición temporal que alberga desde su apertura en julio de 2012. Los visitantes pueden contemplar en la iglesia de Santo Tomé, sede del Museo, las tablas renacentistas del retablo mayor de la iglesia de Barcial del Barco, recientemente restauradas.

Zamora, 19/02/13. Reproducimos a continuación el texto que ha sido repartido esta mañana a los medios de comunicación asistentes a la rueda de prensa, y que ha sido escrito por José Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano y delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura.

Tablas del retablo mayor de Barcial del Barco

El conjunto pictórico del retablo mayor de la iglesia parroquial de Barcial del Barco constituye una de las más destacadas aportaciones de la pintura renacentista en la Diócesis de Zamora. Su iconografía está dedicada a escenas de la vida de Cristo, de la Virgen y de Santa Marina, titular de la iglesia.

Dicho retablo fue realizado hacia 1540 (1) con el posible mecenazgo del Conde de Benavente, teniendo en cuenta el escudo pintado que aún se conserva de él. En 1772 la iglesia se hizo de nuevo y el retablo hubo de ser adaptado a la altura del testero, quedando fuera del conjunto dos tablas con temas religiosos y dos más con las armas de los Pimentel y otro episcopal.

A principios del siglo XX, el historiador granadino Manuel Gómez-Moreno catalogaba el retablo y contabilizaba diecisiete tablas: cuatro en la predela, otras once encajadas en la estructura del retablo, y dos más colocadas en los muros laterales del templo. Algunas de ellas le parecían “sombrías y duras de entonación, como las de Berruguete, resultando amaneradas” (2). En 1973, el sacerdote zamorano David de las Heras Hernández señalaba que el retablo “se encuentra en muy malas condiciones, porque sus columnas y balaustradas están muy carcomidas y ofrecen peligro de venirse abajo con el consiguiente peligro para las tablas mismas” (3).

La estructura del retablo y las tablas que albergaba ya se hallaban afectadas por un intenso ataque de termitas, de modo que el retablo hubo de ser desmontado el 19 de febrero de 1977. Las pinturas de la Circuncisión, Santa Marina ante el gobernador, Epifanía (al lado izquierdo), Imposición de la casulla a San Ildefonso, Natividad de la Virgen y Nacimiento (al lado derecho) fueron colocadas en el testero de la capilla mayor, con algunos elementos decorativos entallados de estilo plateresco (cresterías y columnas abalaustradas), evocando el retablo desguazado, y las restantes fueron trasladadas a la tribuna.

Lamentablemente, la iglesia padeció un robo el día 3 de septiembre de 1979, sustrayendo los ladrones las tablas de la Anunciación y el Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, que se hallaban colgadas de los muros, y San Juan Evangelista-San Pedro y Santiago el Mayor-San Andrés, pertenecientes a las calles del lado izquierdo de la predela. Posteriormente fue robada también la tabla de la Imposición de la casulla a San Ildefonso el 14 de marzo de 2005, siendo recuperada por la Policía Nacional el 8 de junio del mismo año.

El conjunto de las pinturas existentes fue restaurado por la empresa zamorana REARASA en 2005 y 2010, con la financiación de la Junta de Castilla y León. Hasta el momento, las tablas han permanecido custodiadas en el Obispado de Zamora, a la espera de que se realice la necesaria estructura de carpintería que las albergue, y todas juntas vuelvan a ser colocadas en su lugar de origen.

Los tableros, pintados al óleo sobre madera de pino, fueron ejecutados, como ya advirtiera Navarro Talegón, “por dos maestros con amplia participación de oficiales, a juzgar por las calidades desiguales de los tableros de ambas series, uno berruguetesco y cercano a pinturas coetáneas leonesas y otro más afín a lo que se practicaba en Zamora” (4).

Efectivamente, del autor de las tablas situadas en la calle central (Llanto sobre Cristo muerto) y en la parte derecha del retablo (Nacimiento, Jesús entre los doctores, Resurrección, Martirio de Santa Marina, Presentación de Jesús en el Templo, San Pablo-San Juan Bautista y Santiago el Menor-San Felipe) no conocemos más obra en la diócesis. Posiblemente se trate de un pintor de ascendencia leonesa, cuya producción se asemeja a la de Cristóbal de Colmenares, y que se caracteriza por sus composiciones no exentas de cierto aroma del Quattrocento italiano, algunas incorrecciones en las perspectivas, su entonación general oscura, la utilización de arquitecturas y decoración clásicas, y las figuras alargadas y estilizadas, en poses a veces inverosímiles, con gestos exagerados, facciones duras, narices afiladas y dedos alargados.

El autor de las tablas situadas en la parte izquierda del retablo (Natividad, Epifanía, Circuncisión, Imposición de la casulla a San Ildefonso, Santa Marina ante el gobernador, San Juan Evangelista-San Pedro y Santiago el Mayor-San Andrés) es un pintor más vanguardista, heredero del estilo de Juan de Borgoña I y en la línea de lo que hacían Juan de Borgoña II, Lorenzo de Ávila, Martín de Carvajal y otros pintores con talleres en Toro y Zamora. Éste presenta composiciones más estereotipadas, emplea un colorido más luminoso, las arquitecturas son también de corte clásico, aunque más rotundas y macizas (la de la tabla de la Circuncisión parece estar inspirada en el grabado xilográfico que ilustra el atrio tetrástilo de la casa romana según Vitruvio VI,3) (5), los rostros están más caracterizados, y las vestimentas son más ricas, algunas imitando brocados, y van guarnecidas con perlas y grecas doradas en los orillos.

NOTAS

1. “SIENDO CVRA EL BENERABLE [ALO]NSO DE CARVAIAL”, según consta en una inscripción contenida en la rodela de un soldado, en la tabla de Santa Marina ante el gobernador.
2. M. Gómez-Moreno, Catálogo monumental de España. Provincia de Zamora, Madrid, 1927, p. 336.
3. D. de las Heras Hernández, Catálogo artístico-monumental y arqueológico de la diócesis de Zamora, Zamora, 1973, p. 28.
4. J. Navarro Talegón, “Manifestaciones artísticas de la Edad Moderna”, en AA.VV., Historia de Zamora. Tomo II. La Edad Moderna, Zamora, 1995, p. 568.
5. Fra Giovanni Giocondo da Verona, M. Vitruvius per Iocundum solito castigatior factus, cum figuris et tabula, ut iam legi et intellegi possit, Venecia, 1511, p. 60.

domingo, 17 de febrero de 2013

Las Carmelitas de Toro presentan su nueva repostería


El próximo viernes 22 a las 20,30 horas las Carmelitas de Toro presentarán una novedad editorial sobre la cocina carmelitana, y junto con el libro darán a conocer su nuevo horno de repostería carmelitana.

Zamora, 18/02/13. El Convento de San José de Toro, de las Carmelitas Descalzas,  acogerá el próximo viernes 22 de febrero a las 20,30 horas la presentación del libro Gastronomía carmelitana, publicado recientemente por la Editorial de Espiritualidad de Madrid. Esta obra contiene los apuntes de cocina de dos hermanos legos carmelitas, Gabino de la Virgen del Carmen (1887-1966) y Mariano de Santa Teresa (1888-1974), burgalés y abulense respectivamente. Se trata de un libro que “recoge la sabiduría y la tradición del fogón carmelitano”, según sus editores.

Detalles de la obra

Si algo distingue como propio a la cocina carmelitana es la nota de la ausencia de la carne entre sus platos, una prohibición de la Regla, desde los mismos orígenes de la Orden, que nace en Palestina (monte Carmelo) durante las primeras décadas del siglo XIII. De ahí la importancia primordial del pescado en su menú ordinario, como también de los huevos y de la verdura. La originalidad de estas recetas está precisamente en la amplitud que se da al tema de la pesca, sobre todo al bacalao que, en salazón, era la forma más segura de conservarlo y de que llegara a cualquier lugar de la geografía española.

El valor de estos guisos reside también en la sencillez y austeridad de la condimentación por la escasez de medios del convento, y así la imaginación de tratamiento y composición de los alimentos por parte de estos cocineros llega a resultados increíbles, pero siempre dentro de la habitual frugalidad de la comida propia de frailes y monjas.

Una larga introducción, debida a la pluma del carmelita Manuel Diego Sánchez, permite adentrarse en el mundo de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, como también en aquella tradición de familia que llega hasta nuestros días, poniendo de relieve la vinculación existente, ya desde el lenguaje bíblico, entre el tema de la comida y la experiencia mística. Además de que en la biografía de los dos místicos castellanos hay momentos concretos de la vida diaria para poder verificar su atención hacia esta tarea tan humana.

Presentación de la nueva repostería en Toro

Además, el Carmelo de Toro lanza en estas fechas su Horno de repostería carmelitana, que ya ha entrado en funcionamiento, y aprovecha esta presentación del libro para ofrecer a restaurantes y bares el menú típico carmelitano, como también aquellos platos que más representan y se acercan a esta cocina tan antigua. Esto será el viernes 22. Una jornada gastronómica para vecinos y extraños dedicada a la comida carmelitana. Con tal motivo se podrá adquirir también el libro a precio especial.

Se trata de una aportación que la familia carmelitana ofrece a la hostelería de la ciudad de Toro para incorporar a su oferta gastronómica; lo hace pensando en el presente y, más en concreto, en los próximos centenarios teresianos: en 2014 se conmemorará el IV centenario de la beatificación de Santa Teresa, y en 2015 el V centenario de su nacimiento.

sábado, 16 de febrero de 2013

Un Apostolado del siglo XVII en la Catedral durante el Año de la Fe


El pasado 1 de febrero la Catedral de Zamora inauguró la exposición de 13 lienzos del siglo XVII, que representan a Cristo Salvador y a los Doce Apóstoles, y que servirán para que los fieles puedan profesar la fe, en el trascoro, durante el Año de la Fe. Reproducimos a continuación el artículo explicativo de José Ángel Rivera de las Heras, delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura y canónigo de la Catedral.

Según una piadosa e inveterada creencia, fueron los apóstoles quienes compusieron y apoyaron con su autoridad el credo o sumario de la fe, también denominado credo de los apóstoles o symbolum apostolorum. Tiranio Rufino, hacia el año 404, recogiendo una antigua tradición, escribió la historia de su origen apostólico en Pentecostés, antes de que los apóstoles partieran a evangelizar: “se reunieron en un lugar determinado y, llenos como estaban del Espíritu Santo, redactaron, como hemos dicho, el breve compendio de su predicación futura, aportando cada uno lo que consideraba conveniente. Y todos determinaron que había que considerar este compendio como norma doctrinal para los creyentes”.

La catedral de Zamora posee un conjunto de trece lienzos con las representaciones de los doce apóstoles y sus respectivos artículos del credo, conforme a la leyenda referida, más la de Cristo Salvador bendiciendo a los niños. Proceden de la sacristía de la capilla de San Ildefonso o del Cardenal, donde se encontraban en 1784. Posteriormente fueron trasladados al vestuario capitular. Tras su intervención por un equipo de restauradores en 2012 (1), esperan una reubicación definitiva en el ámbito catedralicio.

Las figuras apostólicas están identificadas por las inscripciones con sus nombres, situadas en el ángulo superior del lienzo, y por las cartelas que contienen de nuevo sus nombres (2) y cada uno de los artículos del credo apostólico, situadas en la zona inferior.

El lienzo de Cristo bendiciendo a los niños presenta la misma composición que el atribuido a Giovanni Francesco de Rosa (Nápoles, 1607-1656), conocido como Pacecco de Rosa, en su primera época, y que se conserva en el Museo de Arte de Ponce, en Puerto Rico.

El lienzo de San Pedro es copia de un supuesto original atribuido a José de Ribera (Játiva, 1591-Nápoles, 1652), perdido y conocido a través de numerosas versiones, como las conservadas en el Museo de Bellas Artes de Rouen, y en la Alte Pinacoteca de Munich. La composición resultó muy popular en España y fue ampliamente reproducida. De entre los ejemplares conocidos destacamos el de Francisco Collantes, en comercio, y por su cercanía geográfica, el que se expone en el museo del convento salmantino de San Esteban, adscrito al pintor granadino Pedro Atanasio Bocanegra.

El lienzo de San Andrés presenta idéntica composición a la de Giovanni Battista Caracciolo, llamado Battistello (Nápoles, 1578-1635), conservada en una colección privada de Roma.

El lienzo de Santiago el Mayor copia el del pintor Guido Reni (Calvenzano di Vergato, 1575-Bolonia, 1642), datado entre 1618 y 1623, y conservado en el Museo del Prado.

La composición del lienzo de San Bartolomé es deudora de los lienzos pintados por José de Ribera con el tema de San Jerónimo y el ángel del Juicio, en la década de 1620, como los de la Colegiata de Osuna, la Galería Doria Pamphili de Roma y, sobre todo, el conservado en el Museo del Ermitage de San Petersburgo.

Finalmente, la composición del lienzo de San Simón recuerda la tabla del mismo tema perteneciente a un Apostolado pintado por Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577-Amberes, 1640) hacia 1610, y la disposición de su cabeza el lienzo de San Bartolomé, de Downton Castle, y el retrato de Baco -fragmento de El triunfo de Baco- de José de Ribera (Játiva, 1591-Nápoles, 1652).

Las figuras apostólicas están representadas de más de medio cuerpo, en posición frontal unas y en tres cuartos de perfil otras, destacadas sobre fondos neutros por una luz lateral con efecto claroscurista o tenebrista que acentúa aún más su carácter plástico. Las composiciones y el tratamiento de la luz evidencian su origen italiano. En algunas de ellas se perciben los ecos del naturalismo riberesco, con tipos y rostros tendentes al realismo. Respecto al color, domina la utilización de las gamas terrosas, con abundantes toques de verde, rojo, rosado y mostaza. Aunque hay diferencias cualitativas entre los lienzos y entre las partes de uno mismo, la ejecución es generalmente correcta, incluso esmerada, y muy estimable en algunos detalles. Todos los cuadros llevan marcos moldurados, policromados en azul ultramar y con filetes dorados.

Tras la restauración de los lienzos, hemos podido hallar una firma original en el corte de uno de los libros que contiene el cuadro de San Felipe. Es el anagrama de Pietro Testa, Lucchesino (Lucca, 1612-Roma, 1650), pintor barroco poco prolífico, por lo que es más conocido como dibujante y grabador. En la sacristía de la catedral de Granada se conserva un Apostolado semejante al zamorano, procedente de Italia. Siete de sus trece composiciones son casi idénticas a las de Zamora.

A partir de estos datos se plantean diversas cuestiones, algunas de ellas no fáciles de resolver. En primer lugar, la procedencia de la serie, que creemos sea italiana, al igual que el Apostolado granadino. Cierto es que en el conjunto hay un predominio de modelos de pintores napolitanos y del estilo caravaggiesco, pero también boloñeses (Guido Reni) y romanos (Pietro Testa), por lo que no estamos en condiciones de afirmar con precisión su taller de origen.

En segundo lugar, la diversidad cualitativa de los lienzos nos hace creer que el conjunto, aunque esté firmada una de las telas, puede no deberse al mismo pintor. Es más probable que hayan salido de un mismo taller, en el que hubiese una gran participación de oficiales copiando modelos conocidos de diversos pintores. Por otra parte, la firma de Pietro Testa, si no es apócrifa, deja abierta la cuestión de si a él se debe únicamente el lienzo de San Felipe o si el conjunto es obra de su taller y él firmase sólo el lienzo mencionado. Si la serie completa fuese de su mano mayoritariamente, siguen resultando llamativos la diferencia de calidad de los cuadros y el empleo de modelos no originales.

Finalmente, la duda acerca de si es un conjunto formado por la adquisición de los lienzos a diversos pintores o talleres, y uniformados posteriormente mediante los textos del credo, se disipa al considerar que las inscripciones con los nombres de los apóstoles son originales e idénticas en su grafía, y que ya existían textos originales del credo sobre los que se pintaron los que hoy vemos.

Con motivo de la celebración del Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, el Cabildo Catedralicio determinó, con fines pastorales y culturales, restaurar y exponer en la iglesia madre de la diócesis este conjunto. De este modo se cumple el deseo manifestado por el Papa de que los fieles tengan “la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales” (Carta Apostólica de Benedicto XVI Porta Fidei).

La contemplación pausada de esta muestra debe ayudar a profundizar en la vivencia, celebración, confesión y transmisión de la fe. Se puede profesar, personal o comunitariamente, recitando el Credo ante estas figuras de los Apóstoles y suplicando “reiteradamente a Cristo: «Creo, Señor, pero aumenta nuestra fe», para poderlo confesar y testimoniar con gozo” (Carta Pastoral de Mons. Gregorio Martínez Sacristán, Obispo de Zamora, Creyentes y testigos alegres).

FICHA TÉCNICA

Cristo Salvador, San Pedro, San Andrés, Santiago el Mayor, San Juan Evangelista, Santo Tomás, Santiago el Menor, San Felipe, San Bartolomé, San Mateo, San Simón, San Judas Tadeo y San Matías.
Taller italiano
Segundo cuarto del siglo XVII
Óleos sobre lienzo
Bastidores: 145/149 x 106/110,5 cm.

NOTAS

1. Formado por María Pilar Alaguero López, María Teresa Cabadilla Alonso, Miguel García García, Carmen García Villarejo, Carmen García Lucas, Nuria González Rodríguez, Ángel Pintado García y Ana Prieto Martín, bajo la supervisión de Bernardo Medina Garduño, director del Estudio-Taller Diocesano de Conservación y Restauración. Su coste ha ascendido a 63.525,00 €.

2. Las cartelas son una adición del siglo XVIII, como lo evidencian los motivos de ramas vegetales, ces y tornapuntas que las decoran, sobre los textos del credo originales.

lunes, 11 de febrero de 2013

Obispo de Zamora: Benedicto XVI, “el Papa pensador que ha hecho un gran bien a la humanidad”


Primeras declaraciones del obispo de Zamora tras conocer el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI a su ministerio de obispo de Roma.

Zamora, 11/02/13. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, se encontraba este mediodía presidiendo la eucaristía con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de la capital, cuando se ha enterado del anuncio hecho por Benedicto XVI de su renuncia a la sede del sucesor de San Pedro.

Tras la celebración, el prelado ha afirmado: “estoy impresionado, estoy muy afectado. Lo he querido mucho y ha tenido un pensamiento y una reflexión sobre la Iglesia y para la Iglesia, en estos momentos, de largo alcance”. Preguntado por el valor de su pontificado, ha dicho que ha sido “corto, pero intenso, con un nivel de reflexión y de pensamiento a los cristianos y al mundo de cómo está y hacia dónde va… creo que extraordinario”.

Además, monseñor Martínez Sacristán ha señalado que “tenemos que agradecer que es un gran pensador y una mente privilegiada la que Dios nos ha regalado con él en este principio de siglo”. Ante la cuestión de la sucesión del pontífice, el obispo de Zamora considera que “ningún Papa es igual. Todos tienen perspectivas, cualidades… distintas. Este Papa yo creo que debe ser recordado como el Papa pensador, reflexionador… en fin, que ha hecho un gran bien no sólo a la Iglesia sino a la humanidad, y que está por asumir todo el contenido que él ha sembrado en estos años”

Benedicto XVI renunciará al ministerio de obispo de Roma

Ciudad del Vaticano/Zamora, 11/02/13. Publicamos a continuación las palabras que ha pronunciado esta mañana Benedicto XVI en el contexto de un Consistorio cardenalicio convocado para el anuncio de unas canonizaciones. Reproducimos la traducción al español de Radio Vaticana. Audio en: http://bit.ly/Y4n77M

“Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013

BENEDICTUS PP. XVI”.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Obispo de Zamora: “aún existe una gran desigualdad entre los hombres y las mujeres”


El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ha escrito una carta pastoral sobre la campaña de Manos Unidas, cuyos actos se desarrollan esta semana, en torno a la colecta del domingo 10 de febrero. En su misiva, el prelado profundiza en la igual dignidad del varón y la mujer, y ensalza el trabajo por el desarrollo que lleva a cabo Manos Unidas.

Zamora, 6/02/13. En el marco de la 54ª campaña de la organización católica Manos Unidas contra el hambre y la injusticia en el mundo, en la que participa su Delegación en Zamora, el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, ha publicado una carta pastoral con el título “Comprometidos por la justicia y la igualdad”. La reproducimos íntegra a continuación.


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COMPROMETIDOS POR LA JUSTICIA Y LA IGUALDAD

CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE ZAMORA PARA LA CAMPAÑA 2013 DE MANOS UNIDAS

Muy queridos hermanos en el Señor Jesucristo:

Con la vitalidad creativa que caracteriza a Manos Unidas, esta Organización Católica para el Desarrollo se dispone a emprender una nueva Campaña anual por la que desplegar sus objetivos, inspirados del humanismo cristiano, en los que plasma la fe en Dios Creador amoroso y providente que la ha suscitado y la sustenta.

Para este año Manos Unidas ha escogido este lema: “No hay Justicia sin Igualdad”, con el cual quiere incidir en el trabajo para el establecimiento de la justicia a favor de todos los hombres, y para ello afirma que se requiere como condición indispensable el reconocimiento activo de la igualdad de mujeres y hombres.

Bien sabemos que este derecho humano fundamental, la igualdad en la dignidad de los hombres y las mujeres, incluyendo su diferencia y complementariedad, constituye una afirmación universalmente aceptada y reconocida en este tiempo, aunque esto no conlleva que efectiva y continuadamente sea promovido, custodiado y respetado. Así todavía son abundantes las actuaciones personales y los contextos sociales en los que se practican discriminaciones injustas, incluso vejatorias, contra las mujeres. Esto lo reflejan los hechos siguientes: persiste la violencia física y psicológica contra las mujeres; son discriminadas a nivel de la asistencia sanitaria y de la alimentación; no se respeta su libertad al no serles reconocida su capacidad para tomar decisiones con relación a su vida personal, familiar y profesional; respecto a la educación: dos terceras partes de las personas analfabetas del mundo son mujeres, lo cual es reflejo de la diferencia en el porcentaje de escolarización de niños y niñas en diversos lugares; o la escasa participación femenina en las responsabilidades públicas en algunas sociedades.

Por todo ello, bien podemos afirmar que existe aún una gran desigualdad entre los hombres y las mujeres con lo cual se entorpece el camino para que se avance en el anhelo de progreso que anida en todas las personas, y esto conlleva que la justicia sea todavía un bien que escasea o se vulnera en abundantes circunstancias y grupos sociales.

Conviene que conozcamos las diversas causas que provocan las desigualdades y discriminaciones hacia las mujeres, como son: la pobreza y el hambre por los desplazamientos; el analfabetismo motivado por la no escolarización de muchas niñas; las enfermedades y las carencias de atención durante la gestación y el alumbramiento de sus hijos; las diversas formas de violencia sexual hacia las mujeres por los hombres; la pervivencia del matrimonio infantil y la maternidad prematura; la dificultad para acceder a la propiedad y al crédito por parte de las mujeres; la desventaja en el acceso al trabajo remunerado y las distintas condiciones laborales respecto de los hombres; las dificultades de las mujeres que se dedican a la agricultura para recibir la información y los servicios que les ayudarían a acrecentar su producción; la persistencia de sociedades y culturas que mantienen actitudes y costumbres machistas en las que las mujeres están bajo la preponderancia de los hombres y no se les permite desarrollar una vida en libertad, ni participar con responsabilidad en la propia familia y sociedad.

Aunque este panorama sombrío no le lleva a Manos Unidas a desalentarse en su propósito firme y noble por continuar trabajando en bien de la justicia, ya que está convencida que esta desigualdad entre mujeres y hombres aún vigente, puede ser transformada en auténtica igualdad basada en la misma dignidad que ambos poseen.

Para ello esta Organización católica fija su atención en el primigenio designio de Dios, tal como nos lo revela la Sagrada Escritura: “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó” (Gn 1, 27). A partir de esta afirmación la fe cristiana reconoce la igualdad de origen y destino del hombre y de la mujer. O sea, que todos los hombres y las mujeres están ennoblecidos por idéntica dignidad y responsabilidad, de modo que sólo fomentando, promoviendo y desplegando la igualdad en la complementariedad recíproca de los hombres y las mujeres se desarrolla el proyecto de Dios, el cual quiere y reclama la justicia para el conjunto de la humanidad.

Así, la defensa de la igualdad, la dignidad y la responsabilidad de las mujeres constituye uno de los distintivos de la extensa labor que Manos Unidas ha ido realizando, y que con esta Campaña pretende hacer hincapié, de modo que sus proyectos y acciones buscan contribuir a que se vaya avanzando en este noble objetivo.

Como una prueba de este convencido compromiso de Manos Unidas a favor de la progresiva implantación de la justicia a través de la erradicación de las desigualdades contra las mujeres nos presenta diversos proyectos con los que pretende: por un lado, concienciar a nuestra sociedad para que conozca y haga frente a estas injusticias.

Y por otro, Manos Unidas se compromete a que se lleven a cabo, entre otras muchas, estas acciones, en todas las cuales resalta su convicción de dar prioridad a la educación: En Calcuta (India) apoyando un proyecto para luchar contra el tráfico sexual y la explotación laboral que sufren mujeres y niñas de esta región que beneficiaría a unas 800 mujeres. En Honduras colaborando con un organismo diocesano en una iniciativa para la prevención de la violencia contra la mujer y el apoyo a sus víctimas, que promueve la igualdad entre hombres y mujeres, la ayuda especializada y la mediación familiar. Y en Etiopía, en una zona de escasa productividad agrícola y bajo nivel cultural, donde la mujer es víctima de diversas discriminaciones, cooperando para que la diócesis de Nekempe desarrolle un proyecto de sensibilidad sobre la igualdad y la dignidad de la mujer y desarrolle su alfabetización y su formación con vistas a la creación de cooperativas para elevar el nivel cultural y económico de las familias.

Podemos comprobar que el llamamiento a adherirnos a su Campaña que Manos Unidas nos dirige tiene firmes razones para que lo acojamos, de modo que está esperando que todos los cristianos asumamos y vivamos el mismo dinamismo que moviliza cuantos la integran y colaboran con ella: comprometerse por la justicia y la igualdad impulsados por la fe en Dios. Así, reconociendo que Dios es eternamente justo con todas sus criaturas y que nos reclama, a todos los hombres y mujeres, que implantemos la justicia sembrada por Cristo, nos sentimos comprometidos a extender la justicia con las personas a las que aún no se les permite ni se les posibilita que vivan en igualdad su dignidad humana. Por ello me atrevo a exhortaros a todos a que hagamos nuestro el compromiso de Manos Unidas, colaborando con generosidad en las diversas acciones que quiere promover entre nosotros para alcanzar sus objetivos.

+ Gregorio Martínez Sacristán
Obispo de Zamora

Manos Unidas quiere reunir cerca de 90.000 euros para proyectos en Senegal, Zambia y la India


Esta semana Manos Unidas concentra las principales actividades de su 54ª campaña a favor del desarrollo y la justicia en el mundo. En Zamora, donde su Delegación destinó en 2012 más de 260.000 euros a varios proyectos, este año parten con tres proyectos con un coste de casi 90.000 euros.

Zamora, 6/02/13. El próximo domingo 10 de febrero tendrá lugar la colecta nacional que hace la organización católica Manos Unidas. En esta ocasión, se trata de su 54ª campaña, y continuando con los Objetivos del Milenio marcados por la ONU, este año aborda en su concienciación y en los proyectos concretos el desafío de lograr la igualdad de sexos en los países en vías de desarrollo. Por eso el lema escogido es “No hay justicia sin igualdad”.

Según explica la delegada de Manos Unidas en Zamora, Pilar Gutiérrez, “esta campaña quiere ser una llamada a la conciencia de la sociedad para que colabore en la defensa efectiva del desarrollo integral de cada persona (hombre y mujer) y el ejercicio de todos y cada uno de sus derechos fundamentales, gravemente lesionados en numerosas partes de nuestro mundo”.

Por eso, afirma, “Manos Unidas quiere terminar con esas desigualdades, fijar la atención en las mujeres de los países en desarrollo y no por cuestión de cuotas, sino porque en todas las etapas de sus vidas son las más afectadas por la desigualdad, la pobreza, el analfabetismo, el tráfico y la explotación sexual, el trabajo esclavo y el desempleo, la exclusión de la vida pública, etc.”.

Actos en Zamora

Después de haber presentado esta campaña en Benavente el pasado sábado 2, la primera cita importante en la capital es la presentación que tendrá lugar en el salón de actos del Seminario San Atilano hoy, miércoles 6, a las 20,15 horas. Además de presentar sus proyectos, habrá un recital musical a cargo de la Coral “Ciudad de Zamora”.

Como siempre, el viernes de la semana de Manos Unidas es el día del ayuno voluntario, y se celebra la tradicional “Operación Bocata”, en la que se le propone a los participantes sustituir su comida por un bocadillo, solidarizándose así con los que en tantos lugares del mundo no pueden comer todo lo que necesitan, y ofreciendo un donativo para ayudar a los proyectos de la organización. Se celebrará, pues, sobre las 14 horas del viernes 8 en Zamora (Plaza de Castilla y León), Benavente (Plaza de Santa María), Toro (Plaza Mayor), Villalpando (Plaza Mayor), Villamayor de Campos y posiblemente en otras localidades.

Esa misma tarde, la del viernes 8, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la eucaristía a las 20 horas en la iglesia de Cristo Rey, en acción de gracias por los voluntarios y colaboradores de Manos Unidas en la Diócesis de Zamora. Y, por último, el domingo 10 se realizará la colecta extraordinaria en las parroquias y comunidades cristianas.

Proyectos que se financiarán desde Zamora

Desde su creación, Manos Unidas centra su trabajo en dos líneas de acción complementarias: la primera, sensibilizar a la población española, para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías de desarrollo; y la segunda, apoyar y financiar Proyectos de Desarrollo en África, América, Asia y Oceanía.

Con los fondos entregados por los socios y lo recaudado con las actividades de la campaña se financian los Proyectos de Desarrollo previamente seleccionados por cada Delegación, entre los aprobados en los Servicios Centrales. En esta campaña de 2013 la Delegación de Manos Unidas de Zamora parte con tres proyectos. A medida que se generen más fondos a lo largo de la campaña, desde Manos Unidas de Zamora se irán solicitando proyectos nuevos.

1.- Rehabilitación, construcción y equipamiento de aulas y letrinas en Escuela Primaria, en Senegal. Importa 31.544 € y lo financiarán los arciprestazgos de Zamora ciudad, Aliste-Alba y Sayago.

2.- Programa de sanidad sostenible para la comunidad, en la India. Importa 26.200 € y lo financiarán Benavente-Tierra de Campos y El Pan.

3.- Construcción de un Centro de Formación Profesional, en Zambia. Aportamos una parte, 30.000 €, y será financiado por Toro-La Guareña y El Vino.

En Zamora, en la Campaña de 2012 se recaudaron 266.125,70 € y se llevaron a cabo 7 Proyectos en la India, Bolivia, Kenia, Uganda, Mauritania, Méjico y Ecuador. Trabajan 5 sectores prioritarios y todos relacionados directamente con la pobreza extrema y el hambre: agrícolas, educativos, sanitarios, de promoción social y de promoción de la mujer aunque, transversalmente, la mujer está presente en todos los Proyectos de Manos Unidas.

Manos Unidas: compromiso por el desarrollo

Manos Unidas es una Organización No Gubernamental (ONG) católica de voluntarios, dedicada desde hace 54 años a la lucha contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo, la falta de instrucción… y las causas que provocan todas estas manifestaciones de la pobreza. Es, a su vez, la asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países más pobres de la tierra.

Nació en el año 1960 por iniciativa de un grupo de mujeres de Acción Católica, respondiendo al llamamiento de la FAO ante la situación de hambre que padecían dos tercios de la humanidad. Se ha ido configurando y creciendo año tras año hasta la actualidad. Desde el año 1978 es, por acuerdo de la Conferencia Episcopal Española, una asociación pública de fieles de ámbito nacional.

Está presente en todo el territorio nacional a través de sus 70 delegaciones, una en cada Diócesis. En Zamora se encuentra en la Casa de la Iglesia – Seminario San Atilano, y cuenta con 26 voluntarios con horario fijo: 24 mujeres y 2 hombres. No hay ninguna persona contratada. Los colaboradores puntuales son más de 100. Los socios, que aportan sus donativos, rondan los 900; además, otras muchas personas colaboran con las diferentes actividades: musicales, de teatro, mercadillo, etc.

martes, 5 de febrero de 2013

Cáritas pone en marcha un Curso de operaciones básicas de cocina


Ayer ha comenzado en Zamora un Curso de Operaciones Básicas de Cocina de 250 horas que terminará el 17 de mayo y que formará a 18 alumnos, de los que 3 son extranjeros, para mejorar sus posibilidades de encontrar empleo.

Zamora, 5/02/13. El programa de Empleo de Cáritas Diocesana de Zamora ha iniciado ayer, lunes 4 de febrero, un Curso de Operaciones Básicas de Cocina, en el que participan 18 personas. Se trata de una acción formativa compuesta por 250 horas (teóricas y prácticas) en el que los asistentes participarán en diferentes módulos: cocina, empleabilidad (habilidades sociales, técnicas de búsqueda de empleo activo, contenido del contrato de trabajo, etc.), igualdad de oportunidades, sensibilización medioambiental, alfabetización informática, prevención de riesgos laborales y seguridad e higiene en el trabajo, y elaboración del itinerario personalizado de empleo.

El curso finalizará con una evaluación el 17 de mayo. El objetivo de esta nueva acción formativa, financiada por el Fondo Social Europeo y Cáritas Diocesana de Zamora, es la capacitación profesional de la persona mejorando su empleabilidad, así como la inserción de los participantes en el mercado laboral.

Esta actividad formativa tiene lugar en el Centro de Formación y Empleo de Cáritas,y se desarrolla de lunes a viernes en horario de mañanas. El alumnado está compuesto por personas desempleadas o en situación de mejora de empleo, que tienen la edad legal para trabajar y que se encuentran en situación de riesgo o exclusión social.

La coordinadora del programa de Empleo, Mª Luz Fernández del Campo, apunta que este año el número de personas inmigrantes asistentes al curso ha descendido notablemente: “de los 18 alumnos, sólo 3 son extranjeros”. Por sexos hay 11 varones y 7 mujeres; y en lo relativo a la nacionalidad, 15 son españoles, 2 cubanos y una mujer de la República Dominicana.

domingo, 3 de febrero de 2013

La Semana de Cine Espiritual trae tres películas a Zamora


Del miércoles 6 al viernes 8 de febrero se celebrará en Zamora la V Semana de Cine Espiritual, organizada por la Delegación Diocesana de Enseñanza, y que en esta edición proyectará las películas El juego perfecto, Maktub y Prefiero el paraíso.

Zamora, 4/02/13. La próxima semana se celebrará en Zamora la V Semana de Cine Espiritual, organizada por la Delegación Diocesana de Enseñanza. En esta ocasión serán tres las películas proyectadas: El juego perfecto (William Dear, 2009), Maktub (Paco Arango, 2011) y Prefiero el paraíso (Giacomo Campiotti, 2010).

Los filmes se proyectarán del miércoles 6 al viernes 8 de febrero a las 20,30 horas en el Salón de Actos de Caja España-Duero de la Plaza de la Marina de la capital. La aportación que se pide por la entrada es de 2 euros, a beneficio de Cáritas y Manos Unidas. Las entradas pueden adquirirse con anterioridad en la portería del Seminario San Atilano.

Tal como señala su organizador, el delegado diocesano de Enseñanza, Juan Carlos López, “la Semana de Cine Espiritual es ya una apuesta consolidada en Zamora”. Promovida por la Delegación que dirige, son ya cinco las ediciones de este proyecto asumido también en otras muchas Diócesis de España. “El objetivo es sencillo: recuperar ese tipo de cine que atesora valores profundos y que obliga al espectador a reencontrarse consigo mismo, con los demás y con Dios”.

Como reconoce López, “quizá el Cine Espiritual ni se ha mantenido muchas semanas en cartelera ni ha sido el más comercial, pero su calidad artística y la radicalidad de sus propuestas se perciben desde el minuto uno hasta que el espectador abandona la sala. Historias bien construidas, emociones intensas, dignos modelos de vida hacen del Cine Espiritual una oferta atractiva para quienes sean capaces de parar y dejarse interpelar por cada uno de los títulos ofrecidos en este nuevo ciclo”.

Por ello, el delegado de Enseñanza considera que “más que para ver cine, estos tres días son una preciosa oportunidad para contemplar cine, para sumergirse en ese mundo mágico del celuloide y extraer de él interesantes lecciones de vida”. La Delegación ofrece, además, unas fichas didácticas que pueden descargarse de su página web para trabajar sobre las cintas: http://ddezamora.es/recursos-para-la-clase/recursos/


PROGRAMACIÓN

Miércoles 6 de febrero
El juego perfecto (William Dear, 2009)
Sinopsis: En 1957 pasó lo inesperado: México derrotó a EE.UU. en el béisbol. Unos niños de Monterrey llegaron al vecino del norte en una época de racismo. Ángel Macías, al frente de un equipo de nueve jóvenes estrellas, lanzó un juego perfecto, único en su clase y jamás repetido hasta le fecha.

Jueves 7 de febrero
Maktub (Paco Arango, 2011)
Sinopsis: Manolo atraviesa una crisis aguda: la rutina de su trabajo le resulta insoportable, su matrimonio con Beatriz está al borde del abismo y las relaciones con sus hijos no son buenas. Un día, conoce a Antonio, un chico canario de 15 años con cáncer, pero con unas ganas de vivir tan contagiosas que la vida de Manolo da un vuelco radical.

Viernes 8 de febrero
Prefiero el paraíso (Giacomo Campiotti, 2010)
Sinopsis: “Sed buenos, si podéis” es una proverbial expresión de San Felipe Neri, el santo de la alegría, el juglar de Dios, que nació en Florencia en 1515 y vivió más de 60 años en Roma. Formaba a los jóvenes con ternura e ironía acercándolos a la liturgia y logrando que se divirtiesen cantando y jugando en el Oratorio.

viernes, 1 de febrero de 2013

Alfonso Carrasco Rouco: “en el Concilio, la Iglesia salió al encuentro del mundo”


El obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, ha pronunciado en Zamora una conferencia sobre la constitución pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, finalizando así las XI Jornadas Diocesanas que comenzaron el pasado miércoles 30 con el título “A los 50 años”.

Zamora, 1/02/13. Con la conferencia de Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo, han finalizado hoy las XI Jornadas Diocesanas de Zamora. El encargado de presentarlo fue el vicario de Pastoral y organizador de las Jornadas, Fernando Toribio, que trazó el perfil biográfico del ponente.

Nacido en 1956 en Villalba (Lugo), fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Mondoñedo y es doctor en Teología por la Universidad de Friburgo (Suiza). Ha sido profesor de Teología Dogmática en la Facultad de Teología “San Dámaso” de Madrid (entre 1992 y 2008), donde también fue decano. Fue ordenado obispo de Lugo en 2008 y es miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española.

Un Concilio imprescindible

En su ponencia, titulada “Imagen de la Iglesia en el mundo desde la Gaudium et spes”, monseñor Carrasco comenzó con un presupuesto, citando a un autor contemporáneo de la asamblea conciliar: “hay que escuchar lo que el Espíritu del Señor nos dijo a todos en el Concilio Vaticano II. Es algo imprescindible para vivir hoy la fe”.

En este horizonte se sitúa la constitución pastoral del Concilio Vaticano II Gaudium et spes (GS), que “quiere hablar de la presencia de la Iglesia en el mundo”. De ella se han dicho muchas cosas, reconoció el ponente, “pero a mí no se me ocurre pensar que la constitución de un concilio ecuménico pueda estar mal hecha; al contrario, tendré que pensar cómo entenderla”.

“El Concilio verdaderamente quería salir al encuentro del mundo, después de una época en la que se situó a la defensiva, por diversas circunstancias históricas. La capacidad de diálogo con el mundo moderno estaba limitada”. Y así, el obispo de Lugo hizo un repaso histórico para contextualizar el acontecimiento conciliar: “en los inicios del siglo XX, la Iglesia choca con problemas de ideologías internas, y después llegan las guerras mundiales, que conmueven nuestro mundo”.

Es entonces cuando Juan XXIII decide convocar el Concilio, con esta convicción: “debemos decirle las verdades de la fe a tanta gente no creyente para que las pueda entender y aceptar. Por eso hay que distinguir las verdades y la manera de decirlas”. En aquel momento histórico, el mundo se dio cuenta de que el hombre había conducido la historia hacia un fracaso completo, hasta la guerra total.

Decía por eso Juan XXIII que era una época en la que los hombres podrían escuchar otra vez el evangelio. La Iglesia tenía una percepción: “tenemos un gran tesoro, el evangelio, y tenemos que llevarlo a todo el mundo. Este impulso apostólico es el del Vaticano II. No era un Concilio dogmático, porque no sólo trató cuestiones intraeclesiales, sino destinado a tratar las cuestiones de una Iglesia que quería llevar a cabo su misión”.

Gaudium et spes: los signos de los tiempos en el mundo

Es aquí donde se sitúa el documento GS: “la Iglesia quiere decir quién es ella, y lo hace en primer lugar en la constitución dogmática Lumen gentium, diciendo que la Iglesia está en medio de un mundo cuya historia Dios guía. Y en esta historia la Iglesia es protagonista. Esto era revolucionario, porque suponía una voluntad de hablar al mundo”.

Entonces había que escribir otra constitución, porque “si la Iglesia está en medio del mundo, ¿cuál ha de ser su relación con los otros? A ningún hombre, creado por Dios, se le puede excluir; con todos podemos hablar, todo hombre necesita de Dios”. Por eso GS dirá que los cristianos vivimos en el mundo atentos a los signos de los tiempos, “los signos de la presencia de Dios, de que Dios está en la historia. Esos signos están atravesando la vida de los hombres”.

“El hombre es el eje del camino de la Iglesia”, se dijo en el Concilio. “El hombre no puede vivir su fe sin vivirla en la realidad concreta de su vida. Y viviéndola, irá al encuentro del hermano, descubriendo ahí el diálogo para descubrirle a Dios”, señaló monseñor Carrasco Rouco. Y se cuestionó: “¿no es esto demasiado pretencioso? ¿De verdad todos los hombres necesitan a Cristo? Ante esto, la enseñanza de GS es decir que en Jesucristo se realiza el designio de Dios sobre el hombre. El hombre necesita de Jesucristo para descubrirse a sí mismo”.

Cristo y el misterio del hombre

El Concilio dijo claramente que “ninguna ideología consigue desvelar el misterio del corazón humano; sólo en el encuentro con Jesús se descubre el hombre a sí mismo, descubre su personalidad, su dignidad, su vocación en el mundo y su destino”. Éste es el desafío que propone GS, y “no puede decirse si no se corresponde con la experiencia concreta de los cristianos”. Por eso se afirmó también que “la Iglesia es el lugar donde el hombre puede encontrarse a sí mismo”.

En este mundo el ponente preguntó: “si el Concilio dice estas cosas, ¿qué hemos hecho entretanto? ¿Hemos ido por ahí en la Iglesia, por esas indicaciones?”. El hombre se humaniza en el encuentro con Dios, y necesita a Jesucristo para mejorar su vida y humanizarse, esto fue lo que subrayó GS.

El Concilio afirmó que “no basta tener la doctrina justa para convencer a nadie, ni siquiera te convences a ti mismo, porque no significa nada en tu vida. Esto es la separación entre la fe y la vida. No puedes anunciar que el encuentro con la fe cambia tu vida si eso no es realidad en tu vida, porque así no lo cree nadie”. Sin nuestras personas, sin los fieles cristianos, sin un testimonio real y concreto, no hay novedad ninguna.

Hoy, dijo el obispo de Lugo, “hemos cambiado a Dios por el dinero, y es él quien guía ahora nuestra vida y nuestras decisiones. Esto ha hecho que se hunda la confianza, que hayan fracasado matrimonios, que se hayan perdido amigos”. En este contexto, “faltábamos nosotros, alguien con una fe diferente. Porque la fe en el Señor humaniza, hace al hombre ser lo que tiene que ser. Es imposible comprender estas cosas sin la experiencia de los cristianos”.

El hombre, camino de la Iglesia

“Una Iglesia que se olvida de los otros, de las personas que sufren, de los necesitados… no crecerá. Sólo creceremos por el camino de la misión y del apostolado, por el camino de nuestra vida”, afirmó. Cristo vino para salvarnos, y el hombre es por eso el camino de la Iglesia. Y para estas cosas “Dios nos ayuda, no nos abandona; la Iglesia es un tesoro inagotable, no venimos de la nada, sino de una tradición llena de vida”.

Dios nos da muchos dones, destinados a la vida real y a las cosas que parecen pequeñas, y por eso “en el día del Juicio no se van a valorar tanto grandes hazañas como los pequeños gestos concretos hechos al hermano, como un vaso de agua dado al sediento”. Dios a cada uno le da un carisma como camino de santidad, sea pequeño o grande. “Todos los carismas sirven para que le hables bien al prójimo, y así es cuando nosotros crecemos”, ésta es una convicción del Concilio Vaticano II.

La Iglesia no está hecha para vivir “ad intra”. Hacia dentro, es una familia, una comunidad de hermanos con la que da gusto estar. “Pero esta Iglesia no sobrevive si nosotros no vivimos en el mundo. No tenemos que pelearnos con nuestras circunstancias y nuestra historia, donde puede haber algo bueno. Nosotros pensamos en positividad hasta en la enfermedad y en la muerte, viendo ahí un bien”.

El ponente indicó, para finalizar su intervención, que hay otros documentos conciliares que ampliaron de forma monográfica algunos temas importantes relacionados con la postura de la Iglesia ante el mundo moderno: el relativo a la libertad religiosa (Dignitatis humanae), y el dedicado a las religiones no cristianas (Nostra aetate). “Esto es un eco de la misma actitud de la GS: nosotros tenemos que poder dialogar con cualquiera. El diálogo y la apertura como método es un fruto de GS”, señaló. “Así el otro puede descubrir a Cristo, para que Él ilumine su humanidad”.

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Álbum fotográfico de la conferencia: http://bit.ly/YKpnHO

José Luis Restán: “educar es decirle a la persona que la vida es un bien”


El segundo día de las XI Jornadas Diocesanas de Zamora contó con la presencia del periodista José Luis Restán, que habló sobre la emergencia educativa ante algo más de 350 personas reunidas en el salón de actos del Seminario San Atilano.

Zamora, 31/01/13. Las XI Jornadas Diocesanas de Zamora han contado en su segundo día con el periodista José Luis Restán, director editorial de la cadena COPE, que ha pronunciado una conferencia titulada “Emergencia educativa y nueva evangelización”. En la presentación del ponente, el delegado diocesano de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría, resumió su perfil biográfico.

José Luis Restán Martínez (Madrid, 1958) es ingeniero de Caminos y licenciado en Periodismo. Ha sido director de la edición española de la revista 30 Giorni, y en COPE ha sido redactor jefe de Religión en los Servicios Informativos y director de la programación socio-religiosa. Actualmente es director editorial y adjunto al presidente de COPE. Dirige en esta emisora “El Espejo” y “La Linterna de la Iglesia”. Además, dirige en 13 TV el programa “Iglesia en directo”. Articulista en medios digitales, ha escrito varios libros, entre los que destacan dos diarios del pontificado de Benedicto XVI y otras obras como ¿Qué hacemos con educación para la ciudadanía? y La osadía de creer.

La educación, algo vital

Restán comenzó su intervención definiéndose como un “cristiano metido a periodista”, ya que “intento contar lo que pasa desde la experiencia de la fe vivida en la Iglesia”. Según él, “todos somos sujetos y objetos de la educación, de alguna manera. Toda institución, para que sea humana, tiene que tener una dimensión educativa”. Por eso “la cuestión educativa no es especializada, es una cuestión de la vida del hombre. Educar es lo más grave, lo más humano, lo más urgente que tenemos que hacer en la vida. Sin la educación no podemos entendernos, ni mirar al pasado ni al futuro. La educación es vital, por supuesto, para la Iglesia”.

El ponente destacó que Benedicto XVI ha hablado mucho y con mucha originalidad de la cuestión educativa. “Cuando vino a Santiago y Barcelona, entrevistaron aquí a un experto vaticanista, que dijo que el Papa no piensa que la renovación de la Iglesia pueda venir de dar un golpe de timón, de hacer grandes cambios en las estructuras eclesiásticas; sólo podrá venir a través de un cambio, de una conversión que vendrá por un esfuerzo educativo”.

Se trata “de un proceso profundo que se tiene que dar a través de una relación vital, de un acompañamiento. Toda acción de la Iglesia, si no tiene esta dimensión educativa, se queda en fuegos artificiales. A veces hacemos cosas que tienen mucho ruido, y les falta un cauce que las transforme en un impulso educativo que necesita tiempo, relación y libertad de la persona”.

Un fracaso educativo

A continuación explicó el origen del término “emergencia educativa”, una expresión acuñada por el Papa en unas palabras a una asamblea de la Diócesis de Roma, y que ha reiterado después. Toca un punto absolutamente vital: “Benedicto XVI hablaba de la dificultad que existe hoy para educar. Todas las culturas y civilizaciones han educado, porque si no hay educación no hay humanidad. Y hoy, con todas las posibilidades que tenemos, se experimenta una dificultad para educar como nunca en la historia”.

Como parte de esta dificultad en la educación, “se da un fracaso en la formación de personalidades sólidas. Hay una debilidad en el sujeto, que es culpa no de los jóvenes, sino de los que somos mayores. Hay fragilidad en las relaciones afectivas, en los compromisos, en la falta de razones fuertes para asumir cualquier tipo de postura, en la vulnerabilidad a los impactos de los medios de comunicación, en la falta de un criterio claro…”.

El Papa también habla de “una ruptura entre las generaciones, cuando el regalo mayor que podemos darle a nuestros hijos es una hipótesis de sentido, no simplemente la vida biológica. Y hay una especie de ruptura, sobre todo en el entorno del mayo del 68, cuando se produjo una enmienda a la totalidad ante la tradición para poder ser libres, en un proceso de emancipación de todo lo que nos viene dado. Así, el hombre se reinventa, como un papel en blanco”.

Frente a esto, José Luis Restán reivindicó el papel de la tradición como “algo vivo, no fosilizado ni mecánico, pero hay algo que se va comunicando”. En aquel momento de nuestra historia reciente “se rompió con la paternidad, porque se pensó que acababa con la libertad de la persona, y por eso hoy cuesta entender que Dios es Padre. Esto ha provocado una fractura de la que no nos hemos recuperado”.

En la Iglesia “también experimentamos esta emergencia educativa, la dificultad para educar la fe como conciencia, como experiencia humana, como algo que genera personalidades adultas y no simplemente un fervor adolescente, valores o sentimientos”. De hecho, afirmó, “para decir que hay que ser bueno no necesitamos estar en la Iglesia; eso es para todos los hombres. Otra cosa es que la fe cristiana me ponga en mejores condiciones de ser bueno, si Dios quiere y yo me dejo. Eso lo vemos en los novios que se preparan para el matrimonio, en los chavales de confirmación… pero esto viene dado también por la debilidad del sujeto educativo, no sólo del destinatario”.

Causas de la emergencia educativa

Para entender este fenómeno, Benedicto XVI alude a un punto clave: “la duda sobre el significado y el valor de la persona, sobre su origen y su sentido. Existe una duda sobre que la vida sea un bien y merezca la pena. La percepción cristiana elemental, la que han tenido siempre los pobres de la Iglesia, es que la vida es un bien, y va hacia un destino bueno, que es Dios, y que tener hijos es un bien, y que querer a una persona es un bien. Ahora esto no está claro: se usa a la persona mientras sea placentera, y después cortar y seguir. Éste es el ambiente que respiramos; no sólo se respira aire, sino también cultura, mentalidad, casi sin darnos cuenta”.

En el fondo, dijo el ponente, “¿qué es educar? Decirle a un hijo que la vida es un bien, que no te va a defraudar, que existe un destino bueno. Sin esta hipótesis de esperanza no se puede educar, sólo enseñar cosas. La educación es responder a las grandes cuestiones del sentido. Cuando se descartan estas preguntas del sistema educativo, éste se queda en un manual de instrucciones. Hace falta una hipótesis de sentido”.

Hoy, sin embargo, “hay un escepticismo sobre la bondad de su vida. En la raíz de la crisis de la educación hay una crisis de confianza en la vida, según Benedicto XVI. En el cine, en el arte, se percibe esta desesperanza, y no permite transmitir la bondad de la vida, la confianza en ella. La educación consiste en la pregunta por la verdad que puede guiar la vida. Para no ser simples vagabundos en la niebla, sino que tengamos una certeza en la vida, de que es un bien. Si no, tenemos que ir a tientas”.

Silencio sobre el sentido y el drama de la libertad

Hoy, continuó diciendo Restán, “hay un gran silencio en la educación sobre las grandes preguntas del sentido de la vida. Renunciar a una hipótesis de sentido es la muerte de toda educación, que se convierte sólo en orden y algunas habilidades para encontrar trabajo”.

La educación “pasa por la libertad, y esto es dramático. Hoy muchas veces no se educa porque tenemos miedo a la libertad del sujeto que tenemos delante. El Papa dijo ayer [por la catequesis en la audiencia del miércoles 30] que el modo de ser omnipotente de Dios fue crear la libertad del hombre, renunciando así Dios a una parte de su poder, creando al hombre libre y esperando de él una respuesta y un amor libre. Éste es el misterio más grande, Dios es la razón que es amor, y que sólo se entiende mirando a la cruz”.

“Pero cuando educamos no queremos afrontar que nuestro alumno, hijo, oyente… nos partan la cara por lo que les proponemos. Y por eso ya no les proponemos nada. ¿Para qué va a jugarse el tipo el profesor con sus alumnos, si lo van a rechazar?”, afirmó. Esto pasa también en la comunicación de la fe, que “no es algo automático. El destinatario tiene que hacer suyo ese contenido que se transmite. Por eso el punto de la libertad es fundamental. La educación es el encuentro de dos libertades. Si no hay una verificación por parte de la persona, al final la educación es como un barniz que se va con el tiempo”.

Amar al otro para poder educar

Sin un amor por el otro, tampoco se educa. Restán dijo que esto se ve con claridad en la película Los chicos del coro: “el profesor aparentemente gris, mediocre y fracasado que acaba en un triste internado de provincias de la Francia de la posguerra consigue educar a los niños, porque los quiere. No los quiere porque son majos, de hecho son insoportables. Pero él los ama, los mira y ve el valor de la persona, mirando más allá de su apariencia sus corazones, un corazón hecho para el infinito. Si falta este punto, no se educa”.

Y en este momento el adjunto a la presidencia de COPE recordó al santo del día, Juan Bosco, que decía que “la educación es cosa del corazón, y sólo Dios es su dueño”. Tiene que partir “de un amor al otro, de la conciencia de que el otro es un bien. Y eso no es sólo cosa de profesores y padres, sino también de los periodistas, por la fuerza brutal que tienen los medios, tanto para educar como para deseducar. Si a mí, al comunicar, mis destinatarios no me importan un pimiento, no llego a ellos. La educación sólo puede nacer del amor y del dolor: del amor que hemos encontrado, y del dolor que nos produce que los otros no hayan encontrado a Jesucristo”.


La centralidad del testimonio

El ponente pasó a reflexionar sobre una cuestión vital en este tema: “el educador es un testigo de la verdad que propone. Benedicto XVI, cuando habla, nunca percibes una distancia entre su persona, la de un hombre de 84 años cansado, y lo que dice. Siempre percibes que el vínculo entre él y lo que dice está vivo, en el modo en que lo dice, cómo se pone en juego él al hablar. Uno puede estar diciendo cosas que son verdad, pero con una distancia entre la propia persona y lo que dice. En el testigo no hay esa distancia, porque transmite su propia experiencia, su propia certeza. Cuando el maestro del coro de la película enseña a los niños de la película, no les transmite sólo música, sino en el fondo de que la vida es un bien, la vida se expresa en el canto y el canto es bello. Aquel maestro era un testigo”.

El testigo “habla de sí mismo, pero remite siempre a otra cosa. Y eso es siempre claro en la fe. San Pablo decía: miradme a mí, pero para ver en mí la obra de Cristo, no lo que yo con mi carne hubiera hecho (perseguir a los cristianos), sino lo que ha pasado después del encuentro con Alguien que ha cambiado mi forma de percibir la realidad. San Juan Bosco, en la Turín del siglo XIX, logró hacer la nueva evangelización, porque le dijo a los chicos de la calle: tu vida vale”.

El testigo, el maestro, el padre, el sacerdote… “tiene que estar dispuesto a pagar el precio de esta comunicación. Educar es un riesgo, como dijo un maestro. Pero Dios ha querido correr este riesgo, el riesgo de que le digamos que no”.

La pedagogía del deseo

José Luis Restán señaló la denominada pedagogía del deseo como un apunte de máxima actualidad en la emergencia educativa: “el Papa ha dedicado una catequesis entera al deseo como lo que constituye la entraña del hombre. El hombre está insatisfecho, tiene sed de más, de amor, de belleza, de justicia… a veces consigue aquello que busca, pero ve entonces que es insuficiente”.

Esta fuerza del deseo es positiva para el Papa, es un cauce educativo buenísimo. “Hay que ir hasta el fondo de este deseo, no hay que sofocarlo, sino descubrir que es un deseo que lleva al Infinito. Éste es un recorrido a cuyo encuentro sale la propuesta cristiana. Así fue el encuentro de Jesús con la samaritana junto al pozo, que fue un puro encuentro educativo. Jesús sale al paso de su deseo, no le reprocha. Le dice: lo que tú deseas, lo que has buscado, soy yo quien lo sacia”.

Esto es un punto esencial en la educación, sobre todo en los jóvenes, según afirmó el ponente. Por un lado, está la cuestión de la razón: “no podemos educar en una fe que tenga miedo de la razón, que sea puro sentimiento y devoción. La fe es el conocimiento profundo de la realidad, nos da la clave y el criterio para entender la vida y todo lo que hay. Si los jóvenes, y todos, no perciben que la fe se traduce en una inteligencia de la realidad, que yo entiendo mejor cómo se vive, por qué se vive… la fe termina convirtiéndose en un florero”.

El segundo aspecto es la afectividad, “que es como Waterloo, la batalla final en la que se pierde la guerra. Ha calado en nuestra sociedad la percepción de que la fe es enemiga de la felicidad del hombre y de nuestra libertad. Si esta sospecha se le cuela a un chico y no tenemos la capacidad de hacerle experimentar que vivir la fe en la Iglesia es lo más humanizador, la batalla está perdida”. Por eso ocurre que “aunque aprendan muy bien el catecismo, cuando llega el momento del noviazgo, del trabajo, del compromiso social… la fe pasa a ser un bonito recuerdo de la infancia y de la juventud en el mejor de los casos”.

Lo que distingue una comunidad que educa es que “los chavales crecen con esta conciencia de que la fe es amiga de lo humano; mejor, es la que salva lo humano. ¿No decimos que Jesús es salvador? No sólo cuando muramos, sino aquí y ahora. Y si no hay conciencia de esto, la educación en la fe está coja”.

Conviene vivir la fe

Es preciso que los que se educan verifiquen que es conveniente vivir la fe: “sí, te conviene vivir la fe, es bueno para ti vivir la relación con Cristo en su Iglesia, escuchar su palabra, celebrar los sacramentos, vivir la caridad, escuchar a los sucesores de los apóstoles… Si esto se hace bien, hace que tu vida vuele, que no se arrastre. Hace que tu vida afronte la enfermedad, el paro, el amor, la construcción de la sociedad”.

José Luis Restán concluyó su conferencia afirmando que este Año de la Fe “el Papa quiere que sea un gran acto educativo… Si hacemos grandes actos pero no se transforma en una herramienta educativa, en una continuidad en el tiempo a través de un acompañamiento, de una comunidad, de un testimonio adulto… no habrá servido”. Y esto “es una tarea para todos, que nace del gozo que hemos vivido, al experimentar que Jesucristo es el tesoro de la vida. Y así, aunque fracasemos, no importa. Importa el corazón, este impulso”.

Álbum fotográfico de la conferencia: http://bit.ly/WGcPxZ