miércoles, 31 de agosto de 2011

El Seminario San Atilano estrena equipo formativo


31/08/11. Pronto arrancará el nuevo curso académico 2011/12, y el Seminario Diocesano San Atilano también reanuda sus actividades formativas con un nuevo equipo, después de que el pasado mes de julio el obispo Gregorio Martínez Sacristán nombrara rector al sacerdote Florentino Pérez Vaquero.

Según acaba de hacer público el propio rector a través del blog del centro, junto a él estarán en el equipo formativo el laico Juan Carlos López, que es también delegado diocesano de Enseñanza, y el sacerdote Fernando Lorenzo, párroco de Valer y otros pueblos del Arciprestazgo de Aliste-Alba. Como explica Florentino Pérez en su nota, “después de un largo verano se necesita ilusión y ganas ante el nuevo curso”.

Juan Carlos López será el director de estudios, asumiendo todo lo relacionado con la cuestión académica (Jefatura de Estudios, Secretaría, etc.), e impartirá algunas horas de clase. Por su parte, Fernando Lorenzo será el director espiritual del Seminario.

El rector también informa de que el lema del Seminario para el curso 2011/12 será “Con-centrados en Cristo”. Como él mismo explica, “es un juego de palabras que nos habla de varias cosas. Por una parte, estar concentrado significa poner nuestra atención en una cosa sin distraernos. El Papa Benedicto XVI, dirigiéndose a los jóvenes de todo el mundo durante la JMJ, en varias ocasiones nos invitó precisamente a esto: a poner en el centro de nuestra vida a Jesús, sin distraernos con algunas ‘pamplinas’ que nuestra sociedad nos ofrece, como la superficialidad, el consumismo o la búsqueda fácil de placer. Pero además, en el lema de este curso aparece separado el prefijo ‘con’ del resto de la palabra. Esto se debe a que no podemos centrarnos en Jesús si no es junto a los demás hermanos. La fe vivida es la experiencia de vivir en comunidad. El Seminario, en primer lugar, es también una comunidad. Por eso este curso nos esforzaremos en desarrollar nuestra amistad y los lazos que nos unen a profesores, padres y alumnos”.

lunes, 29 de agosto de 2011

Esto no puede pasarte


FRANCISCO GARCÍA

Domingo XXII del tiempo ordinario – Ciclo A

“Tú piensas como los hombres y no como Dios” (Mt 16, 21-27)

Después de que Pedro ha confesado su fe en Jesús como el Mesías parecería que todo está ya dicho, pero las cosas no son tan fáciles. La confesión debe medirse con la realidad tal cual es, y aquí es donde se sitúa el episodio del evangelio de hoy. Habitualmente pensamos que las cosas y las personas deberían ser como necesitamos que sean, que las cosas y las personas deberían ser según sus mejores posibilidades, que las cosas y las personas deberían desenvolverse o actuar según la lógica de la justicia y el sentido común? pero esto de hecho no es así. Las cosas y las personas son como son y esto no es fácil soportarlo. Cuando no coinciden con nuestras expectativas sentimos que el mundo se pone contra nosotros y reaccionamos como contra un enemigo: con enfado, ira, resentimiento, violencia? En nosotros los creyentes se añade el que solemos fijar una posición a la acción de Dios que se corresponde con nuestro sentido de la realidad y nuestros tiempos y formas de actuación, y que pocas veces coincide con la suya.

Aquí es donde se sitúa el pasaje evangélico. Los discípulos ante el anuncio de la pasión responden: «No lo permita Dios, esto no puede pasarte». Respuestas que tantas veces nosotros damos a los demás o nos damos en nuestro interior, y que terminan por desesperarnos cuando no se produce lo que esperaríamos.

Ahora bien, este pasaje indica la forma de ser Mesías de Jesús en medio de las contradicciones de la realidad. Su respuesta no se deja llevar de las ilusiones, ni de las presiones a Dios, ni del resentimiento contra la realidad y las personas. Para él se trata de envolver la contradicción con fe en que por encima de toda apariencia Dios es su Padre y él no está dejado de su mano, con esperanza en que la contradicción del mundo no será la última palabra y que a su tiempo todo quedará configurado por una armonía inalcanzable para nuestras obras, con amor a todo y a todos por encima de la presión del odio y la violencia contra él. Esto es lo que se les atraganta a los discípulos que querrían, como nosotros, protección, inmunidad, justicia inmediata?

El evangelio de hoy nos pregunta si estamos lo suficientemente cerca de Cristo para entender esto, lo suficientemente unidos a él para vivir de la fe, la esperanza y el amor en medio de las contradicciones de la vida, a veces tan agresivas con nosotros. Este es el reto de los cristianos y solo así damos testimonio del único Dios, origen generoso de un mundo bueno pese a toda apariencia, meta gloriosa de una creación que parece deshacerse, vida de amor de una humanidad que parece no poder vivir la fraternidad. Esto es cargar con la cruz para acercar la salvación de Dios que el mundo necesita.

La Opinión-El Correo de Zamora, 28/08/11.

La lluvia y los (cuatro) vientos


JOSÉ ALBERTO SUTIL

Tras varios minutos de espera a causa de las inclemencias del tiempo, el papa Benedicto XVI, visiblemente emocionado y sin perder ni por un momento su humilde sonrisa, pudo por fin pronunciar su homilía en la Vigilia de oración con los jóvenes. Estas fueron sus últimas palabras: «Queridos amigos: Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos ha mandado muchas bendiciones. También con esto sois un ejemplo». Al día siguiente, antes al comenzar la celebración de la eucaristía, dijo también: «Queridos jóvenes: He pensado mucho en vosotros en estas horas que no nos hemos visto. Espero que hayáis podido dormir un poco, a pesar de las inclemencias del tiempo. Seguro que en esta madrugada habréis levantado los ojos al cielo más de una vez, y no solo los ojos, también el corazón, y esto os habrá permitido rezar. Dios saca bienes de todo. Con esta confianza, y sabiendo que el Señor nunca nos abandona, comenzamos nuestra celebración eucarística llenos de entusiasmo y firmes en la fe». ¿Por qué llovió en Cuatro Vientos? Para algunos deslució la Vigilia y toda la JMJ, pero personalmente creo que las palabras del Papa dan en el clavo. Llovió para mitigar el calor de los peregrinos, llovió para que recordáramos que la Palabra de Dios en la que tenemos que estar arraigados y edificados es como lluvia fina que empapa la tierra de nuestro corazón y la fecunda, llovió para que asumiéramos que hay que mantenerse firmes en la fe a pesar de las injerencias externas, llovió para que recordáramos que esta JMJ ha supuesto dos millones o más de gotas personales, vidas concretas, conversiones, confesiones, encuentros, decisiones... Y llovió en el aeródromo de Cuatro Vientos, ni antes y después, porque cuatro han sido los vientos que el Papa nos ha dejado en sus palabras, cuatro vientos que tienes que soplar con fuerza en la pastoral juvenil, en la Iglesia, en nosotros, en el mundo entero. Esos cuatro vientos no son otros que: 1) La certeza de que Dios nos ama; 2) El encuentro y la amistad con Jesucristo; 3) La centralidad de la Palabra de Dios, de la eucaristía y de la confesión; y 4) La necesidad del servicio humilde y desinteresado. Lluvia y viento confluyeron también en el anzuelo vocacional que Benedicto XVI, como buen sucesor de aquel pescador galileo llamado Pedro, lanzó en su reunión con los voluntarios: «Al amor de Cristo solo se puede responder con amor, y eso es lo que os pide el Papa en esta despedida: que respondáis con amor a quien por amor se ha entregado por vosotros». La lluvia, los cuatro vientos y lo que nos queda…

La Opinión-El Correo de Zamora, 28/08/11.

jueves, 25 de agosto de 2011

Se organiza una peregrinación diocesana a Fátima


Del 10 al 13 de septiembre habrá una peregrinación al santuario de la Virgen de Fátima (Portugal), organizada por la Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular.

Zamora, 25/08/11. La Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular, que entre sus cometidos tiene la coordinación de peregrinaciones a nivel diocesano, ha organizado para el próximo mes de septiembre una peregrinación al santuario portugués de Fátima. Será del sábado 10 al martes 13 de septiembre, y además de participar en los actos centrales mensuales de los días 12 y 13 se harán algunas etapas a pie por el Camino de Santiago Portugués.

El sábado 10 de septiembre, tras la comida, se recorrerá el tramo entre Albergaria-a-Velha y Serem de Cima (6,7 km.). Los que no desean caminar visitarán los canales de Aveiro. Posteriormente los peregrinos zamoranos se alojarán en Coimbra, y allí realizarán una visita a la ciudad. El domingo 11 comenzará con la celebración de la eucaristía en la iglesia de Santa Isabel, y se hará otro tramo del Camino entre Coimbra y Palheira (5,3 km.), o bien una visita al “Portugal de los Pequeñitos” para los menos caminantes.

Llegados a Fátima, se participará en el Rosario y Procesión de las antorchas, que tiene lugar al atardecer. El lunes 12 se andará por el Caminho do Tejo, desde Giesteira hasta Fátima (8 km). Luego, los actos de la noche (misa, rosario, procesión), e igualmente el día 13, culminando con la Misa Internacional en la explanada y la procesión del “Adeus”.

Para más información, puede llamarse a la Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular a los teléfonos 980 612 209 y 606 87 60 98. Las plazas son limitadas, y las inscripciones pueden hacerse directamente en Viajes Zavitur (c/ Candelaria Ruiz del Árbol 22, tel. 980 67 25 50). Pueden consultarse los recorridos a pie en el blog de la Delegación:

http://religiosidadpopularzamora.blogspot.com/2011/08/peregrinacion-fatima-mapas-de.html

¿Pasado histórico o presente dinámico?


AGUSTÍN MONTALVO FERNÁNDEZ

Domingo XXI del tiempo ordinario – Ciclo A

“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 13-20)

Juan el Bautista, Elías, Jeremías…, con algunos de esos grandes personajes de su historia identificaban a Jesús los judíos, según reflejan las respuestas a la pregunta que dirige a sus discípulos sobre lo que la gente pensaba acerca de su identidad. Lo intuyen como alguien importante, pero perteneciente al pasado. «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» les suelta a bocajarro. En nombre de todos Simón responde: «Tú eres el Mesías», es decir, el que esperábamos y está entre nosotros. ¿No tenemos con frecuencia la impresión de que para muchos cristianos Jesús sigue siendo un personaje del pasado? Ya no es uno de los profetas, conocemos su vida, rezamos ante sus imágenes, representamos bellamente su pasión, muerte y resurrección, pero… con traje de época, histórico. A veces incluso no se acierta a distinguir entre la Eucaristía y una reliquia de algún santo.

Un personaje histórico suscita admiración, emociona, crea simpatía, invita a saber más sobre él, incluso mueve a imitarlo. Pero Jesús pide seguirlo: «El que quiera venirse conmigo niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga», continúa el evangelio unas líneas más adelante, y eso no puede hacerse por un recuerdo, sino únicamente por alguien vivo, cercano y especialmente significativo. Por ello es muy importante que quienes hoy escuchamos el evangelio sintamos la pregunta como dirigida personalmente a cada uno: ¿quién es Jesús para mí? y tratemos de darle respuesta.

La respuesta de Simón da pie a Jesús para cambiarle el nombre: «Tú eres Pedro», indicando la misión que le confía, la de ser piedra que da solidez y unidad a su Iglesia y confirmar con autoridad la fe de sus hermanos.

Quien ocupa su lugar en este momento, el papa Benedicto XVI, se encuentra entre nosotros para presentar a los jóvenes (y a los no tan jóvenes) a este Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el que sigue estando vivo y cercano en este siglo XXI como Señor y como amigo, capaz de dar sentido pleno a una vida, y orientación verdadera en las inquietudes y búsquedas. No viene a adoctrinar ni a condenar. Viene a proponer a Jesús como raíz y como centro de la vida. «Arraigados en Cristo, firmes en la fe» es el lema de esta XXVIª JMJ. Viene a sembrar ilusión y a invitar a seguirlo con valentía y generosidad. Ser cristiano no es algo pasado de moda, propio de otra época más oscura. Seguir a Jesús no es mirar para atrás y añorar el pasado, sino mirar hacia adelante y afrontar el futuro, por oscuro que se presente, con esperanza y esfuerzo. Cristo y su mensaje son vivos y actuales ayer, hoy y siempre.

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/08/11.

Subidón eclesial


ÁNGEL CARRETERO MARTÍN

Ya sé que puede sonar a tópico, es igual, pero hay cosas que o se viven en carne propia o de poco vale que uno se esfuerce mucho por contarlas. Este es el caso del «subidón eclesial» que estamos viviendo un número incontable de jóvenes venidos de todas las partes del planeta. Ya sé que los lectores de esta página están siguiendo por televisión el discurrir de este gran evento evangelizador. Pero insisto, no es lo mismo un periódico o la caja tonta que estar aquí, en la capital de España, en estos días y, sobre todo en este domingo que se hace capital del mundo cristiano.

Es un privilegio inolvidable poder gozar de un Madrid vibrante y festivo a más no poder, rebosante de fe y de juventud como nada ni nadie podría lograr si el que convoca es distinto del sucesor de Pedro. Qué bien nos han venido éstos días a los peregrinos zamoranos, a este país nuestro y en este momento concreto por muchas y variadas razones, a tantos miles de jóvenes extranjeros, a la Iglesia española, a la Iglesia Católica universal y, en definitiva, al mundo entero sin que por ello exagere lo más mínimo.

¿Acaso es exagerado reconocer el efecto transformador de un poco de sal en la comida o de un poco de levadura en medio de la masa del pan? Estoy convencido de que gran parte de estos jóvenes que me rodean consiguen poco a poco ese efecto transformador en sus ambientes, sin hacer tanto ruido como estos días, sin que se les vea por el canal internacional, más invisiblemente, claro que sí, como la sal o la levadura. Pero ahí están y aquí están ahora. Lo que aquí se está viviendo no es una alucinación, es un «subidón de jóvenes cristianos» provocado por el encuentro con Aquel a quien se puede casi «palpar» detrás, delante, en medio, arriba y abajo de estas muchedumbres. Él nos está inyectando una buena dosis de adrenalina espiritual de manera semejante a como en cierta ocasión y lugar lo hizo con Pedro, Santiago y Juan o con aquellos otros dos de Emaús.

El Maestro sigue confiando en nuestra lucha diaria, continuación de la suya, por hacer de la casa de nuestro mundo un hogar común donde triunfe la civilización de la solidaridad. Una nueva generación que, de una vez por todas, invierta en bolsas, bancos y valores que no den al traste cada no sé cuantos años y aún a riesgo de que a otros «inversores», pretendidamente más «listos», tengamos que advertirles que su capital es flor de un día. En ocasiones como ésta se hace bien visible que no estamos solos, que contamos con esta Iglesia de Cristo, instrumento indestructible para hacernos hijos de Dios y hermanos de todos. Y contamos también con un «padre amado» o un «papá», no un padrastro, que es el Papa: cercano, entrañable y profundo.

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/08/11.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Tras la JMJ, ahora empieza lo importante


Y, por fin, llegó el domingo 21, con la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ésta es la última de las crónicas diarias que cuentan la participación de los jóvenes de la Diócesis de Zamora, con la firma del delegado de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría.

Zamora, 24/08/11. Tres días después, pero más vale tarde que nunca. El pasado domingo 21 de agosto fue el final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid. O, más bien, el día del envío, el día del nuevo inicio tras la experiencia de encuentro. Intentaré no ser muy largo, para reflejar lo que vivimos aquel día, sin que aparezcan las cosas al trasluz de lo que estamos viviendo con posterioridad.

El día del Señor amaneció muy pronto en Cuatro Vientos, porque nos despertó la luz del sol acariciando los rostros de los cientos de miles de jóvenes que habíamos pasado una noche cuanto menos peculiar. Para algunos el madrugón fue más notable, como para los sacerdotes de Zamora, que tuvieron que estar preparados a las 5,30 de la madrugada para poder concelebrar en la eucaristía con Benedicto XVI. O para quien esto escribe, que tuvo que salir muy de mañana del aeródromo para encontrarse con el coche de Radio Nacional de España, dispuesto a comentar el acto principal de la JMJ.

También el día comenzó con una sorpresa que, si no nos engañamos, fue bastante desagradable para todos: el temporal de la noche había causado desperfectos en las carpas habilitadas para guardar el pan que sería consagrado en la Misa, y por respeto al sacramento de la eucaristía se decía a través la megafonía que muy pocos podrían comulgar en la celebración, sólo los más cercanos al altar, y el resto tendría que conformarse con la comunión espiritual. Cuando resulta que la comunión es quizás el momento más intenso de una JMJ en la que todo gira en torno a Cristo, del que podemos participar realmente en este sacramento.

La eucaristía, el centro de la JMJ

Aún así, la Misa fue celebrada festivamente, después de que el Papa recorriera gran parte del aeródromo en el papamóvil. Miles de personas se habían incorporado a primera hora de la mañana a Cuatro Vientos, con lo que se hacía más difícil aún calcular por las imágenes de las pantallas una cantidad de gente que superaba con creces el millón de personas. Agradecimos el recuerdo cariñoso del que nos presidía al referirse a la noche que habíamos pasado, y cómo se había acordado de nosotros, que seguramente habríamos levantado nuestra mirada al cielo en algún momento, en una plegaria confiada a Dios.

En la homilía, Benedicto XVI fue a lo esencial, como suele hacer, y nos habló de permanecer en Cristo y buscar su amistad. Nos invitó a pasar de un conocimiento superficial de Jesús a la experiencia de la fe, que es un don de Dios, respondiéndole “con generosidad y valentía, como corresponde a un corazón joven como el vuestro”. Y fue claro y directo al referirse a la comunidad de los creyentes: “seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir «por su cuenta» o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él”.

Al final de la celebración, el mismo Papa desveló lo que ya era un secreto a voces. De hecho, muy bien situados en la parte delantera estaban un grupo de jóvenes brasileños. La próxima JMJ será en Brasil, en el año 2013. ¡Sólo quedan dos años!, pensaron algunos zamoranos enseguida, con ganas de volver a repetir esta aventura. Los brasileños mostraron regocijo por la buena noticia, y un momento emocionante lo vivimos todos al ver cómo un grupo de jóvenes españoles entregaba la Cruz de la JMJ y el Icono de María a un grupo de Brasil. Hemos pasado el testigo, y no podemos dejar de tener cierta nostalgia, al ver esa cruz y ese icono que han estado por nuestras tierras de Zamora el pasado noviembre, y que ahora cruzará el océano para continuar con un recorrido de fe y de testimonio.

Comunión y despedida

Tras la celebración de la eucaristía, sucedió lo inimaginable: la salida ordenada y relativamente ágil de Cuatro Vientos. Después del mediodía ya estábamos de vuelta en el Colegio Menesiano para poder ducharnos y comer tranquilamente, y para después recoger los equipajes. Allí también tuvimos ocasión de juntarnos en un momento de sencilla e intensa oración para participar de la comunión eucarística, que era lo que habíamos dejado pendiente de la mañana. Después, fotos de grupo, despedidas y vuelta al autobús, para regresar a Zamora y a Benavente.

¿Cansados? –nos han preguntado a la vuelta. Sí, pero contentos, muy contentos. Alentados en la fe, dispuestos a dar testimonio y fortalecidos en nuestra pertenencia a la Iglesia. Desde los adolescentes que han participado hasta los más veteranos en estos encuentros. La experiencia ha valido la pena. Y volvemos agradecidos, y mucho, a todos los que han hecho posible la JMJ. Tanto a nivel global –han sido tres años de intenso trabajo en Madrid y en muchos lugares– como a nivel diocesano y parroquial. Si tenemos que decir un nombre, el de Juan Carlos López, director del Secretariado de Pastoral Juvenil, a quien nuestro obispo, Gregorio Martínez Sacristán, encomendó la organización tanto de la JMJ como de los Días en la Diócesis (DED).

Puede estar contento, él y su magnífico equipo, de haber podido emplear horas, ilusiones y preocupaciones, para administrar estos acontecimientos de gracia. Gracias a todos, porque son muchos nombres. Gracias también al Colegio Menesiano de Madrid y a los voluntarios que, en representación de todos “los de verde”, han hecho posible la JMJ y que estuviéramos lo mejor posible. Gracias a la Archidiócesis de Madrid y a los organizadores de la Jornada. Dios, que sabe lo que ha hecho cada uno, sabrá premiar tantos esfuerzos, y hacer fructificar lo que se ha sembrado.

¿Y ahora?

Hemos vuelto a nuestra Diócesis coreando “Sí, sí, sí, nos vamos a Brasil”. Pero eso no es lo más importante. Lo decisivo empieza ahora: dar testimonio de lo que hemos vivido. Pero no sólo como una estrategia propagandística de la JMJ, ni siquiera de la misma Iglesia católica. Este encuentro nos ha servido para fortalecernos en la fe, para vivir la catolicidad de la Iglesia, para encontrarnos con el sucesor de San Pedro y escucharlo, para adorar juntos a Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ahora toca aplicar lo que hemos vivido. Releer con calma los mensajes de Benedicto XVI y ser fermento de una juventud nueva para un mundo nuevo. Ahora nos toca, en el día a día, en el instituto, la universidad, el trabajo, la parroquia o el movimiento… vivir “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.

Álbumes de fotos de la JMJ:

https://picasaweb.google.com/101940642632218084507/

martes, 23 de agosto de 2011

¿Quién es el más importante? Un día de adoración


Publicamos la crónica del sábado 20 de agosto de la participación zamorana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), firmada por el delegado diocesano de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría.

Zamora, 23/08/11. Hace dos días que ha terminado la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y con el retraso debido a la intensidad del final del acontecimiento y al viaje de vuelta a nuestra tierra, retomo la labor de cronista. El sábado amaneció igual que los días anteriores, con la oración y el desayuno, y con la preparación de las cosas que nos harían falta para llevar al Aeródromo de Cuatro Vientos.

La cita más importante de la mañana para nuestro grupo fue el encuentro de oración por las vocaciones en el Seminario de Madrid, pero algunos nos descolgamos antes para otras actividades. Los más madrugadores fueron los zamoranos que tuvieron la suerte de participar en la eucaristía que presidió Benedicto XVI a las 10 horas en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, con 5.000 seminaristas de todo el mundo. Allí estuvimos muy bien representados por nuestro seminarista mayor Agustín Crespo, y por el que en el momento de la inscripción era rector del Seminario Diocesano San Atilano, Miguel Ángel Hernández.

El que esto escribe también tuvo que separarse de la comitiva diocesana durante la mañana, para cumplir con el compromiso de comentarista con Radio Nacional de España, y así pude ver a través de las pantallas la Misa con los seminaristas, en la que el Papa los llamó a la necesidad del silencio interior –además de las ya conocidas claves formativas de la oración, el estudio y la inserción en la realidad pastoral– y nos dio a todos los católicos españoles, y en especial a los curas, la alegría del anuncio de la próxima designación de San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia.

Los otros zamoranos que se ausentaron fueron los seis jóvenes que nos representaron en la Vigilia de Cuatro Vientos, más adelante que los demás. Mientras unos y otros acudían a sus citas respectivas, el grueso de la comitiva diocesana, junto con otros zamoranos que llegaron a Madrid en la mañana del sábado, acudió al Seminario San Dámaso de la capital española, para comenzar a mediodía esa plegaria enmarcada en una Cadena de Oración por las Vocaciones realizada por diversas diócesis, congregaciones y movimientos católicos. La presidió nuestro obispo, Gregorio Martínez Sacristán, y fue una hora de adoración del Santísimo, con algún testimonio, canciones y preces.

De camino a Cuatro Vientos

Después de comer en el Parque de las Vistillas, junto al Seminario, nos dividimos en grupos para encaminarnos hacia Cuatro Vientos con mayor facilidad, en metro o autobús urbano hasta donde fuera posible. Con las cosas imprescindibles (saco de dormir y esterilla, y la cena y el desayuno) llegamos a la Carretera del Barrio de la Fortuna, desde donde fuimos caminando al Aeródromo. Al llegar allí, un “pequeño caos”: el de una organización que no había previsto la colocación de tanta gente. Aunque teníamos asignados dos sectores muy concretos en el aeródromo centenario, nos fue imposible para la mayoría de nosotros pasar allí, ya que estaban repletos. Y tuvimos que quedarnos atrás, algo disgustados al principio, en el espacio que se había dejado para todas las personas que quisieran participar en los actos finales de la JMJ sin inscripción. Muchos tuvimos cerca una pantalla para seguirlo todo, servicios y grifos, así que teníamos las cosas básicas. Después de estirar las esterillas y situarnos sobre el espacio, empezaron las llamadas para ver dónde habíamos quedado unos grupos y otros. Algunos, además, se aventuraron a salir del aeródromo para entrar de nuevo por otros lugares, consiguiendo adelantarse un poco en aquella marea humana.

Pronto se nubló, algo que agradecimos a las 6 de la tarde, y pudimos seguir después en directo, a través de las pantallas, la visita del Papa al Instituto San José. Fue un momento entrañable, en el que Benedicto XVI, con su gran corazón de pastor, quiso acercarse a una representación de los jóvenes que por vivir el sufrimiento o la discapacidad no han podido participar en esta JMJ. Allí tuvo gestos de cariño y de bendición para algunos que fueron pasando junto a él, después de haber dicho alto y claro en su discurso que “una sociedad que no logra aceptar a los que sufren es una sociedad cruel e inhumana”, y que la presencia de estos jóvenes “suscita en nuestros corazones, frecuentemente endurecidos, una ternura que nos abre a la salvación”.

Contra viento y marea

Tras este momento importante, el sucesor de Pedro se montó en el papamóvil para llegar a Cuatro Vientos con algo de retraso, y allí comenzó la vigilia. Eran casi las 21,30 horas cuando esa nubosidad que antes habíamos agradecido comenzó a convertirse en precipitación. Y lo más sorprendente es que recibimos la lluvia con alegría. Lo que estábamos haciendo allí era tan importante que daba igual que lloviera. Aunque algunos grupos se marcharon, la mayor parte de la gente nos quedamos, y gritamos y cantamos aún más alto. El Papa también esperó, y aunque abrevió la vigilia dejando sus palabras al mínimo y suprimiendo alguna cosa, salió del escenario y regresó debajo del “árbol de la vida” del mismo revestido para la adoración del Santísimo.

Era nuestro segundo momento grande de silencio en el día. Benedicto XVI, de rodillas ante el Santísimo, expuesto en la custodia monumental de la Catedral de Toledo, que salió del suelo del escenario. Más de un millón de jóvenes de rodillas y en silencio. Un silencio grande, que impresionaba. El Papa estaba diciéndonos, sin palabras, su mensaje central de la JMJ: Jesús es el centro de nuestra vida. Por eso, los gritos tan coreados estos días de “¡Ésta es la juventud del Papa!” no queremos que sean otra cosa que la expresión del deseo más profundo de ser “la juventud de Cristo”.

Habíamos visto en las pantallas a un Papa a la expectativa, cubierto a duras penas por el paraguas que sostenían sus maestros de ceremonias y recibiendo mensajes de unos y otros que –suponíamos– le invitaban alternativamente a permanecer o a continuar. Pero se quedó. Y nos dijo unas breves palabras, y al final agradeció nuestra ilusión y nuestra alegría. Aplausos y más aplausos cuando nos dijo unas palabras que no habían sido preparadas en esta noche: “¡Gracias por vuestra resistencia! ¡Vuestra fuerza es mayor que la lluvia!”, y también: “El Señor con la lluvia nos manda muchas bendiciones. También en esto sois un ejemplo”.

Al terminar la vigilia, con un segundo chaparrón, nos acomodamos como pudimos, después de escuchar algo escépticos los mensajes de la organización de la JMJ. Habíamos tenido buen cuidado de cubrirnos con las esterillas y plásticos, dejando secos los sacos de dormir. Había sido un día duro, y necesitábamos el descanso. El día siguiente sería el definitivo, el del envío y la despedida.

viernes, 19 de agosto de 2011

Los jóvenes zamoranos, ante el Papa y “La crucifixión”


Tras la celebración del Vía Crucis presidido por Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, con una presencia especial de la Diócesis de Zamora, publicamos la crónica correspondiente al viernes 19 de agosto, firmada por Luis Santamaría, delegado diocesano de Medios de Comunicación Social.

Madrid, 20/08/11. El viernes amaneció con la ilusión de un nuevo día de celebración y de convivencia en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid. Los jóvenes zamoranos nos encomendamos a Dios en la oración matinal que dirigió el grupo de la parroquia de San Lorenzo, y después continuamos en diversas actividades de este evento, desde las catequesis de los obispos hasta las confesiones en la “Fiesta del Perdón” del Parque del Retiro, pasando por la visita a la Feria de las Vocaciones de este espacio verde madrileño, algún encuentro de oración y hasta una peregrinación frustrada a la Catedral de Santa María la Real de la Almudena (que permaneció cerrada todo el día con motivo de la Misa presidida por el papa Benedicto XVI hoy, sábado 20, con los seminaristas).

Otro encuentro importante de la mañana contó con la participación de los zamoranos, aunque fuera una pequeña representación. En la reunión del Papa con los profesores universitarios jóvenes en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial estuvieron presentes, y pudieron escuchar y ver de cerca al sucesor de San Pedro Jesús Campos, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria; Narciso Jesús Lorenzo, delegado diocesano de Liturgia; y María Rodríguez, que ha impartido materias de Historia del Arte en el campus Viriato de la Universidad de Salamanca. También estuvo presente, y de una forma muy especial, el agustino zamorano Edelmiro Mateos, que fue uno de los frailes que recibió al Papa en el centro de estudios.

Algo que aprovechamos a hacer muchos de los jóvenes zamoranos durante la mañana del viernes fue el recorrido por el Paseo de Recoletos, donde ya se encontraban los 15 pasos de la Semana Santa de España repartidos por sus lugares respectivos, preparados para el Vía Crucis de la tarde. Al hacerlo, pudimos encontrarnos con el grupo que había venido en autobús convocado por la Delegación Diocesana de Religiosidad Popular, acompañados por su responsable, Javier Fresno, y con la propia comitiva de la Cofradía de Jesús Nazareno.

Algunos de ellos se quedaron ya, antes de comer, frente al paso que ocupaba el lugar de la X estación (Jesús es crucificado), el conjunto escultórico “La crucifixión”, propiedad de la asociación de fieles antes citada y obra del imaginero zamorano Ramón Álvarez. Los demás se apresuraron a volver al centro de Madrid para guardar un sitio privilegiado ante esa estación. Y después de una larga espera, pasadas las 19,30 horas, vieron pasar muy cerca de ellos al papamóvil con el obispo de Roma que, de forma previa a la celebración del Vía Crucis, pudo admirar los pasos y saludar a los asistentes.

Tanto los zamoranos que estuvieron ante el paso de Ramón Álvarez como los que siguieron el acto desde las pantallas en los alrededores de Recoletos coinciden en señalar la belleza y la profundidad del Vía Crucis, tanto en lo estético y visual como en lo espiritual, ya que los textos empleados como meditaciones en las 14 estaciones, elaborados por las Hermanas de la Cruz, hicieron posible un seguimiento profundo de la Pasión del Señor. Un Vía Crucis como camino de fe, de amor y de alegría. Y como “amor con amor se paga”, un camino espiritual con camino de vuelta de caridad: de la Pasión de Cristo a nuestra compasión con tantos crucificados y víctimas de nuestra sociedad.

El otro dato de este día que destacan muchos de los peregrinos zamoranos fue la oportunidad de ver muy cerca al Papa, que pasó junto a ellos. Exactamente, entre “La crucifixión” y ellos. Y lo hizo dos veces, de ida y vuelta. En medio de ellas, un tiempo intenso de oración y contemplación, gracias a las imágenes. Y gracias a dos signos ya conocidos para Zamora: la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, que el pasado mes de noviembre estuvieron en nuestra Diócesis y que esta tarde pasaron por delante de los pasos, de estación en estación, portados por jóvenes de lugares del mundo marcados por el sufrimiento de una u otra manera.

Un buen prólogo –dicen que seguido por televisión en todo el mundo por ocho veces más que la última final de la Champions– para lo que nos espera ya dentro de unas horas: el “maratón” de Cuatro Vientos, entre la vigilia y la Misa de envío. Antes de esto, la Misa con los seminaristas y el encuentro de oración por las vocaciones en el Seminario de Madrid serán las citas con presencia zamorana que comentaremos. Buenas noches.

Álbumes de fotos de la participación zamorana en la JMJ:

https://picasaweb.google.com/101940642632218084507/

jueves, 18 de agosto de 2011

Julián Barrio: “Deben entender que no queremos imponer la fe”


El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, dio una catequesis ayer en la parroquia del Espíritu Santo de Madrid, en el marco de las catequesis episcopales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Publicamos a continuación la entrevista que le realizó Pablo Rodríguez Romo, con fotos de Andrés Rivera, ambos jóvenes de la Diócesis de Zamora participantes en la JMJ.

Madrid, 18/08/11. Monseñor Julián Barrio, natural del pueblo zamorano de Manganeses de la Polvorosa (de la Diócesis de Astorga), impartió ayer una de las numerosas catequesis que, cada mañana, se les ofrecen a los jóvenes peregrinos que han acudido a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En ella hablo de la importancia de mantenerse firmes ante los ataques anticlericales.

- Ver a tantos jóvenes debe ilusionar muchísimo, ¿no?

- Sin duda. Ver a tantos jóvenes y su actitud, la actitud que están teniendo, es un motivo de esperanza y, lógicamente, para poder decir que el futuro que estos jóvenes representan es un futuro que nos llena de gozo y de alegría.

- Sin embargo, algunos dicen que hay una crisis de fe en los jóvenes. ¿Qué opina de esto?

- Viendo esta realidad que estamos encontrando ahora en la Jornada Mundial de la Juventud nos damos cuenta de que quizá sean muchos más los jóvenes con los que podríamos contar. En todo caso, yo creo que es un momento en que el testimonio de estos jóvenes ayudara a otros que se han ido alejando de puntillas de la Iglesia y que estas manifestaciones de fe les pueden ayudar a entrar dentro de sí mismos, a repensar su propia situación y a tratar también de dar una respuesta a esas inquietudes que ellos llaman.

- Ya 22 años de la JMJ de Santiago de Compostela. ¿Como la vivió usted?

- Yo, entonces, era sacerdote, aún no era obispo en Santiago. La viví con mucho gozo, con mucha esperanza. No me imaginaba en aquel momento la trascendencia que aquel acontecimiento que vivimos en Santiago iba a seguir teniendo en las distintas JMJ que se han celebrado en los distintos países

- ¿Cree que el éxito de la Peregrinación y Encuentro de Jóvenes de 2010 influyó para la venida de jóvenes compostelanos a Madrid?

- Estoy seguro de que sí. Tenemos que dar las gracias a Dios porque el Encuentro Nacional de Jóvenes el año pasado, con motivo del Año Santo, resultó, según la apreciación de muchos jóvenes que la han manifestado, muy gratificante y muy agradable. Yo creo que esto, qué duda cabe, ha influido para que los jóvenes de las diócesis gallegas que, de alguna forma, vivieron esta experiencia, algunos por primera vez, de un encuentro así, se hayan animado a participar de la Jornada Mundial.

- Ante los continuos ataques a la Iglesia, ¿qué consejos les daría a los jóvenes participantes en la JMJ?

- Primero, no debemos tener miedo. Nosotros no imponemos nada a nadie, pero tenemos derecho a manifestar lo que nosotros somos y creemos. En este sentido, no tener miedo. Segundo, debemos ser conscientes de que estamos en una Iglesia peregrinante. No estamos en una Iglesia triunfante. Esperamos un día, con la gracia del Señor, participar de la Iglesia triunfante, pero, de momento, estamos en la Iglesia peregrinante. Y hay que recordar aquello que decía San Agustín, “tenemos que peregrinar entre los consuelos de Dios y las turbaciones del mundo”. Evidentemente, nosotros tenemos que, día a día, tratar de mantener nuestro ánimo con la oración, con ese encuentro con Dios para que nos dé fuerza y demos el testimonio que se nos pide dar con ese gozo, con esa alegría y con esa conciencia de que nosotros no imponemos nada a nadie, sino que tratamos de ofrecer lo que nosotros creemos. Se nos ha repetido infinitas veces que la fe se propone, pero no se impone. Creo que esto lo deben entender los que, por un motivo u otro, consideren que nosotros tenemos que quedar recluidos a las sacristías. Hay que decírselo con toda sencillez y con toda serenidad y espero que lo comprendan.

Y, por fin, llegó el Papa


Publicamos la tercera entrega de las crónicas diarias de la participación zamorana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, firmadas por el delegado diocesano de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría.

Madrid, 19/08/11. Hoy el día comenzó como el anterior. Tras la oración matinal, dirigida por la parroquia de San Lorenzo, los jóvenes zamoranos nos repartimos entre las catequesis de los obispos. En esta ocasión, unos fueron a escuchar al joven obispo de Solsona, Xavier Novell, otros se dirigieron al lugar donde predicó el zamorano Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, y otros nos acercamos a la iglesia de San Juan Evangelista para asistir a la catequesis del arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol. Esta vez el tema que abordaron fue la parte restante del lema de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): “Arraigados y edificados en Cristo”.

En Radio Nacional

El que esto firma tuvo ocasión de estrenar su colaboración como comentarista en Radio Nacional de España, compartiendo micrófonos con otro sacerdote dedicado a la comunicación, Juan Antonio Martínez, de la Diócesis de Alcalá. En la Casa de la Radio (Prado del Rey) fuimos recibidos muy cordialmente por responsables de informativos, de Radio 1 y de Radio 5.

Desde un poco antes del mediodía (ya que el avión de Alitalia donde viajaba el pontífice se adelantó unos minutos) estuvimos pegados al micrófono y a las pantallas donde íbamos siguiendo la llegada y el recibimiento en Barajas de Benedicto XVI. Sobre la marcha, los comentarios se sucedían en torno a asuntos generales de la JMJ, la figura del Papa alemán, sus palabras en el avión a los periodistas, etc.

Después de ser recibido en el pabellón real del aeropuerto por la delegación española y de saludar a su séquito, el obispo de Roma recibió la bienvenida de un grupo de prelados españoles, entre los que se encontraba el obispo diocesano de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, y otros cercanos y bien conocidos como el toresano Julián López, obispo de León, o el anterior obispo de la sede de San Atilano, Casimiro López Llorente.

Tras el discurso del Rey vino el de quien se presentó como sucesor de Pedro. Porque, frente a muchas otras interpretaciones que puedan hacerse, Benedicto XVI articuló su discurso en torno a las razones de su visita. Habló de los jóvenes ante 2.000 que lo vitoreaban, representando a todos los demás participantes en la JMJ, y dijo venir para confirmar en la fe, y proclamar que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. Y, entre otras muchas palabras importantes, las siguientes: “que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor”.

Recibimiento de los jóvenes al Papa

Y nos tocó volver a la Plaza de Cibeles. Pero esta vez ya sabíamos lo que nos esperaba, ya que mientras el Papa llegaba al aeropuerto y se desplazaba después hasta la Nunciatura Apostólica –donde residirá durante estas 79 horas de su viaje– pudimos ver por televisión que Cibeles ya estaba llena. Poco después de comer fuimos yendo por grupos a los lugares lo más cercanos posibles al lugar del recibimiento al Papa.

Pasadas las 19 horas, Benedicto XVI abandonaba la Nunciatura y se montaba en el papamóvil de nuevo para emprender el camino por las calles de la capital hasta llegar a la Plaza de la Independencia, donde atravesó la Puerta de Alcalá con jóvenes representantes de los cinco continentes. Tras una exhibición ecuestre, volvió al papamóvil para dirigirse hasta la Plaza de Cibeles, donde fue recibido por los jóvenes y sus banderas.

En el escenario, a media altura, se encontraba una representación de los jóvenes españoles, al menos uno por cada Diócesis, y en nombre de los jóvenes zamoranos estuvo Luis Arribas, de la parroquia de San Lorenzo de la capital. Ha sido la primera vez que ha visto al Papa, y considera muy positiva la experiencia, “algo que me gustaría volver a repetir”.

Tras el acto de recibimiento, hubo una sencilla celebración de la Palabra, en la que se proclamó el fragmento del Evangelio según San Mateo que habla de edificar la casa sobre la roca, y el Papa dirigió su primer gran discurso a los jóvenes participantes en la JMJ. Benedicto XVI nos dio una importante recomendación para este evento: “aprovechad estos días para conocer mejor a Cristo y cercioraros de que, enraizados en Él, vuestro entusiasmo y alegría, vuestros deseos de ir a más, de llegar a lo más alto, hasta Dios, tienen siempre futuro cierto, porque la vida en plenitud ya se ha aposentado dentro de vuestro ser”.

Después de este momento tan esperado por todos, en el que muchos de los zamoranos tuvimos ocasión de ver al Papa de cerca cuando éste decidió prolongar el itinerario del papamóvil por las cercanías de Cibeles, nos dirigimos a diversas actividades de la JMJ, para volver después al descanso. También ha sido un día hoy de incorporaciones de jóvenes zamoranos que no habían podido venir hasta ahora, y que hoy han incrementado nuestra comitiva. Mañana será el día del Vía Crucis con el Papa. Ahora, a descansar.

Álbumes de fotos del tercer día de los zamoranos en la JMJ en:

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miércoles, 17 de agosto de 2011

Los zamoranos en la JMJ, entre la catequesis y la música


El miércoles 17 ha sido un día de muchas actividades por la capital española para los zamoranos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Publicamos la crónica firmada por Luis Santamaría, delegado diocesano de Medios de Comunicación Social.

Madrid, 18/08/11. El miércoles amaneció para los jóvenes zamoranos que participamos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con el desayuno y la oración inicial, que dirigió el grupo de la parroquia de San Torcuato. Después llegó el momento de participar en las catequesis de los obispos. Es ya una costumbre en las JMJ, y uno de los momentos principales, el participar en catequesis que imparten obispos de todo el mundo, posibilitando así que todos podamos encontrar un lugar donde escuchar en nuestro idioma la enseñanza de los sucesores de los apóstoles.

La enseñanza de los apóstoles

En concreto, parte de los peregrinos zamoranos se dirigieron a la iglesia de San Juan Evangelista, cercana al Colegio Menesiano donde nos alejamos, otros llegaron a la parroquia de San Manuel y San Benito, y otros fuimos a la parroquia de Nuestra Señora de Europa, en la zona de Embajadores. Los primeros se reunieron en torno a Raúl Martínez, obispo auxiliar de Buenos Aires, los segundos estuvieron con el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, y los terceros fuimos a escuchar al cardenal Óscar A. Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de Cáritas Internacional.

A ambos prelados, como a todos los demás, repartidos por los templos de toda Madrid, se les había encargado dar la catequesis sobre una parte del lema de la JMJ de este año: “Firmes en la fe”. Del obispo argentino los zamoranos recuerdan el testimonio de disponibilidad ante su ministerio episcopal, y el ejemplo de la fe de Abrahán. Por otra parte, el prelado navarro acentuó la vocación a la santidad de todos los cristianos. El arzobispo hondureño sorprendió a los jóvenes cantando al inicio y al final de su charla, y haciendo una exposición clara y cercana de las cosas que necesitan los hombres para encontrar el sentido de la vida en Dios.

En todas estas citas, tras la predicación del obispo hubo un tiempo de oración en silencio, que impresionaba, y después un diálogo con los presentes. Unos obispos cercanos a los jóvenes, atentos a sus inquietudes y con un conocimiento del mundo real, algo que desmonta tantos clichés que se aplican a la jerarquía eclesiástica. Unos pastores cordiales no por apariencia ni actuación, sino por convencimiento vital y por vocación ministerial. Y los encuentros terminaron con la celebración de la eucaristía, en la que concelebraron los sacerdotes zamoranos presentes.

Una tarde plural

Tras la comida, poco tiempo hubo para el descanso, porque con la amplia agenda de actividades que llevamos en la mochila queremos aprovechar estos días al máximo. Relato aquí sólo algunas de las visitas que hemos realizado los jóvenes zamoranos, ya que si fuera exhaustivo haría una lista bastante amplia.

Una de las actividades en la que coincidieron varios grupos fue la oración de Taizé, que tiene lugar varias veces al día en la Basílica Hispanoamericana de la Merced, con la presencia de varios hermanos procedentes de esta comunidad ecuménica francesa, entre los que se encuentra el hermano Alois, el prior, con quien tuvieron ocasión de hablar algunos de los peregrinos zamoranos, que ya lo conocen por alguna visita a Taizé organizada en años anteriores por la Pastoral Juvenil diocesana.

Una visita curiosa fue la que realizó un grupo de zamoranos al estadio Santiago Bernabéu, y que no se debió a la curiosidad propia del madridismo de algunos, sino a que este lugar acoge estos días el Café Vocacional, una llamativa iniciativa para acercar las diversas vocaciones de la vida cristiana a los jóvenes. Sorprendía ver al pie de las gradas un escenario con la foto de Benedicto XVI y varios consagrados cantando o dando testimonio, un espacio para tomar algo hablando de estos temas, y una capilla improvisada con exposición permanente del Santísimo Sacramento.

También hubo peregrinos zamoranos que se acercaron por el Parque del Retiro, donde destacan dos convocatorias de la JMJ: la fiesta del perdón, o espacio donde poder celebrar el sacramento de la reconciliación (con los ya célebres confesonarios en forma de vela de barco), y la feria vocacional, donde multitud de congregaciones y movimientos de la Iglesia hacen propaganda de su carisma propio. Además, algunos de la Diócesis de Zamora aprovecharon para ir a los cines, que en la zona de Fuencarral proyectaban varias películas de temática religiosa y espiritual.

Varios curiosos se dirigieron al Paseo de Recoletos, donde pudieron ver cómo se ultiman los detalles para el Vía Crucis que presidirá el Papa el viernes, y se fijaron especialmente en el lugar donde estará la X estación, que protagonizará el paso zamorano de La Crucifixión, de Ramón Álvarez. Algunos de los peregrinos también se acercaron al ensayo de este acto, porque participarán en su desarrollo.

Por la noche, gran parte de la comitiva diocesana de Zamora nos desplazamos al Parque de Atracciones, pero no para montarnos en las mismas, sino para llegar pronto y coger sitio para el musical “No tengáis miedo”, realizado por los jóvenes de la Diócesis de Cuenca sobre la vida del beato Juan Pablo II. En el auditorio, lleno de jóvenes de casi toda España y también de Iberoamérica, todo fueron aplausos y enhorabuenas, y también algunas lágrimas de emoción al contemplar y escuchar las escenas de la vida del Papa que lo ha sido de gran parte de esta generación.

Las ofertas musicales de la JMJ son más variadas, y por eso algunos zamoranos prefirieron acercarse a un concierto de góspel, y otros disfrutaron de un buen repertorio de bandas sonoras de películas interpretado por una orquesta. Hubo una avanzadilla de aventureros que pasearon por el centro y se toparon con los problemas causados por los intolerantes que no permiten concentraciones callejeras que sean las suyas, y que se molestan por las muestras públicas de la fe cristiana. Qué le vamos a hacer. Nosotros seguimos tan tranquilos, disfrutando de la JMJ y repartiendo buen ambiente por donde vamos. Mañana llegará el Papa, algo que esperamos con mucha ilusión. Y desde aquí, seguiremos informando, y dando todas estas buenas noticias (ya que como tales las estamos viviendo).

Álbumes de fotos del segundo día de la JMJ:

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martes, 16 de agosto de 2011

Una nueva generación de jóvenes católicos toma las calles de Madrid


Comenzamos hoy la serie de crónicas diarias que enviarán desde la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid los peregrinos zamoranos que participan en este evento eclesial. El delegado diocesano de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría, firma el relato de los hechos, con la ayuda de los voluntarios de comunicación que viajan en la comitiva zamorana y realizan el trabajo gráfico, y recogiendo las impresiones y vivencias de los jóvenes de Zamora.

Zamora, 17/08/11. Después de un viaje caracterizado por la música y la alegría, los tres autobuses de los peregrinos zamoranos llegamos al Colegio Menesiano de Madrid, donde estaba esperándonos Justino Santiago, superior de los menesianos de Zamora, y otros responsables y voluntarios del centro. Enseguida fuimos acomodados en el gimnasio del colegio, donde nos repartimos el espacio para dejar los equipajes y los sacos de dormir.

En el comedor del Colegio Menesiano, varios integrantes del grupo diocesano repartieron la comida, y después tuvo lugar el reparto de las acreditaciones personales y la célebre mochila del peregrino. Hubo que hacer una larga fila para ir metiendo todo el material: el Evangelio según San Mateo en seis idiomas, el Libro del Peregrino, la Guía de la JMJ, el YouCat (catecismo para jóvenes), la Agenda Litúrgica y Cultural, la vida de Benedicto XVI en manga y algún otro material impreso, además de un rosario, una cruz, el sombrero australiano, una camiseta, un abanico y hasta una botella de cerveza sin alcohol.

No dio tiempo a mucho más, porque hubo que partir para la Misa de inauguración de la JMJ, que comenzó a las 20 horas en la Plaza de Cibeles, pero cuya asistencia creemos que desbordó todas las expectativas. Yendo un rato antes, fue difícil pasar más allá de la Puerta de Alcalá. Ha sido el primer momento de mogollón y, como decía Alberto, uno de los zamoranos, “es como una final de la Champions, pero en religioso”.

El equipo que llevamos la comunicación nos acercamos previamente al Centro Internacional de Prensa, situado en el Palacio de Congresos del Paseo de la Castellana, y recogimos nuestra acreditación de prensa. Allí pudimos comprobar el movimiento que está generando la JMJ a nivel mediático e internacional. De hecho, somos alrededor de 5.000 personas las acreditadas como comunicadores para este acontecimiento.

Volviendo a la Misa inaugural, la participación zamorana se repartió por varios lugares, según los grupos organizados, y unos tuvieron más suerte que otros a la hora de encontrar un sitio donde se pudiera seguir bien la celebración (a través de pantallas, por supuesto) por una megafonía adecuada, y sin el calor del asfalto que impedía sentarse en el suelo. Fue presidida por el anfitrión de la JMJ, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, y concelebrada por un montón de obispos y sacerdotes. Entre los acólitos, pudimos ver sirviendo el altar a un joven zamorano, Daniel Rodríguez, seminarista mayor de la Diócesis madrileña.

Se hizo la memoria litúrgica del beato Juan Pablo II, iniciador de estos encuentros. En la homilía, cada vez que nombraba al Papa anterior, la asamblea callejera aplaudía. Y es que el recuerdo del Papa que reunió a tantos jóvenes en otras JMJ como ésta es imborrable. Aunque, eso sí, Rouco ya dejó claro al predicar que ya hay que hablar de una nueva generación, la de Benedicto XVI.

Una gran cantidad de sacerdotes se repartieron por todos los lugares que ocupábamos los peregrinos, para dar la comunión en un maremágnum de colores y banderas, hábitos y camisetas, intentando llegar al mayor número de personas posibles, aunque en estos acontecimientos algunos no puedan participar del Cuerpo del Señor, ya sea por imposibilidad física por la dificultad del lugar, ya sea por falta de previsión.

Al acabar la eucaristía, el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, que es el dicasterio vaticano que coordina la JMJ por encargo del Papa, tuvo una alocución a los jóvenes, y el cardenal Rouco presentó a los participantes el relicario con la ampolla de sangre de Juan Pablo II, que ha sido traído expresamente desde Polonia. También hubo un momento de recuerdo de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, reproducida a gran tamaño en el fondo del altar situado ante el nuevo Ayuntamiento de la capital.

Después de la celebración fue el tiempo de la cena, y el momento también de participar en alguno de los múltiples eventos que hay estos días en torno a la JMJ. Algunos pudimos disfrutar de un concierto en el templete del Parque del Retiro del grupo La Voz del Desierto, formado por algunos sacerdotes de la Diócesis de Alcalá, y que llama la atención a muchos por su mensaje evangélico en forma de rock.

Entre tantos miles de personas que nos reunimos en Madrid, aunque parezca mentira, también hay ocasión de encontrarse con algunas personas conocidas, de otros lugares de España o del extranjero. Eso es la catolicidad de la Iglesia, que en estos días hace visible y audible. Tras un día que ha producido cansancio en los peregrinos zamoranos, regresamos en Metro al Colegio Menesiano, donde nos esperan los voluntarios de la organización de la JMJ, vestidos con su polo verde identificativo, y nos preparamos para el descanso. Escribo estas líneas y subo las fotos mientras se apaga la luz del gimnasio y la gente va haciendo silencio. Mañana será otro día intenso, seguramente, que iniciaremos con la oración y el desayuno. Buenas noches.

Álbumes de fotos del primer día, en el espacio habilitado para ello en el espacio virtual de la Diócesis de Zamora:

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Los peregrinos de Zamora ya salieron hacia la JMJ


Esta mañana han salido de Benavente, Toro y Zamora los 140 jóvenes que participarán desde hoy y hasta el próximo domingo 21 en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con más de un millón de jóvenes de todo el mundo y el papa Benedicto XVI. Además, el obispo de Zamora recibirá al pontífice a su llegada al aeropuerto de Barajas.

Zamora, 16/08/11. Algo más tarde de las 11 horas, porque hubo que esperar por algunos rezagados, salieron de Zamora los autobuses con destino a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, que comenzará esta misma tarde con la eucaristía de inauguración en la Plaza de Cibeles, presidida por el obispo anfitrión, el cardenal Antonio María Rouco Varela.

Los jóvenes de Benavente se congregaban a las 10 horas para salir de su localidad, y más tarde se unían en Toro a los peregrinos de esa localidad. En Zamora también estaban los peregrinos con sus familiares y responsables, cargando sus mochilas en los autobuses. Si las despedidas de ayer, de los peregrinos extranjeros que habían estado en Zamora con motivo de los Días en la Diócesis (DED), tuvieron lugar entre lágrimas, la partida de esta mañana se ha dado entre sonrisas. Aunque alguna cara triste pudo verse en algunos que se han quedado con las ganas de ir.

El obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, se acercó a la Plaza de la Marina para despedir a los peregrinos de Zamora. Tras comprobar que todos estaban en sus sitios, salieron los autobuses de camino a Madrid. En total, 140 zamoranos van en esta comitiva organizada por la Diócesis, procedentes, en sus grupos más amplios, de las parroquias de Cristo Rey, San Lorenzo y San Torcuato de la capital, y de Benavente.

Al llegar a Madrid los zamoranos se alojarán en el Colegio Menesiano, en cuyas instalaciones dormirán estos días. Esta tarde, después de recoger las acreditaciones y las mochilas de peregrinos, recibirán las primeras instrucciones para la celebración de la JMJ y se dirigirán a la misa inaugural del evento.

El obispo de Zamora recibirá al Papa

Por otra parte, se acaba de saber que el obispo de Zamora será uno de los que reciban al papa Benedicto XVI en el mediodía del jueves 18, cuando llegue al aeropuerto de Barajas. Sólo habrá una representación de los obispos en este recibimiento, ya que muchos de ellos se encontrarán a esas horas dando sus respectivas catequesis en las iglesias de Madrid.

Será el momento en el que monseñor Martínez Sacristán se incorporará a la JMJ, compartiendo algunas actividades con el grupo zamorano y participando en los actos del Vía Crucis del viernes 19, la Misa en la Catedral de la Almudena en la mañana del sábado 20, y la Vigilia y la Misa de envío en el aeródromo de Cuatro Vientos, la noche del sábado y la mañana del domingo respectivamente.

Álbum de las fotos de la salida de Zamora en:

La ciudad de Toro se hizo inglesa por unos días


Toro ha tenido desde el sábado una variada gama de actividades para los peregrinos ingleses que participaron en los Días en la Diócesis (DED), con oración, música, deportes y, sobre todo, muchos momentos de convivencia familiar y parroquial.

Zamora, 16/08/11. El sábado 13 comenzó en la Colegiata a las 10 para presentar una oración dedicada a la Virgen María. Se les entregó a todos los presentes una pulsera tejida a mano por las monjas de clausura de los cinco conventos de Toro, y ésta fue de color blanco y simbolizaba la pureza de María. La pulsera entregada el día anterior era de color verde y hacía alusión a Jesús y a la esperanza que debemos tener puesta en Él, como ejemplo a seguir en nuestras vidas.

Deporte y comida popular

Finalizada la oración los peregrinos y los voluntarios se dirigieron caminando hasta las instalaciones deportivas que el Ayuntamiento de Toro brindó para su uso. Después de jugar al fútbol, baloncesto y pádel, los peregrinos disfrutaron de la piscina y del sol, ya que para ellos este clima es algo de lo que no disfrutan en su Inglaterra natal.

Tras el baño realizaron una marcha hasta el Cristo de las Batallas, donde hemos celebraron una comida conjunta con todos los jóvenes peregrinos así como con un grupo de peregrinos italianos y portugueses que se encuentran acogidos en Zamora y que acudieron a compartir esta paellada con los alojados en Toro. Los peregrinos agradecieron la comida a la que gentilmente invitó el Ayuntamiento de Toro.

Además, destacó la buena disponibilidad de los miembros de Protección Civil y de Cruz Roja de Toro que acudieron a la pradera del Cristo para cubrir alguna posible emergencia. Terminada la comida, los peregrinos disfrutaron de una pequeña siesta, demostrando que conocen una de las costumbres más populares de esta tierra.

Música de Pasión y de diversión

A las 17 horas del sábado comenzó en el Teatro Latorre el Concierto Semana de Pasión en Toro ofrecido por la Banda Municipal de Música La Lira y la colaboración de un grupo de jóvenes cofrades toresanos que convirtieron el concierto en una catequesis sobre la Pasión del Salvador, su simbología y cómo se vive en España. A través de símbolos e imágenes relacionados con la Semana Santa toresana junto con las marchas y canciones que se entonan en esos días, los peregrinos pudieron familiarizarse con nuestras tradiciones.

Finalizado el concierto salieron hacia Zamora, donde pudieron disfrutar de una visita dramatizada por la Zamora medieval. Posteriormente, y tras cenar un bocadillo que les habían facilitado sus familias de acogida, vibraron en el Festival Internacional que compartieron con todos los peregrinos acogidos en la Diócesis de Zamora. Todos dejaron por un momento su cansancio acumulado durante toda la jornada y se entregaron al ambiente festivo que se respiraba en el Auditorio Ruta de la Plata.

El día del Señor

El domingo 14 se reunieron a las 11 en la Colegiata para el encuentro oracional diario. Al igual que en los dos días anteriores, los jóvenes extranjeros recibieron una pulsera de color rojo. Se les explicó que este color significa pasión y fuerza para ser firmes en la fe y seguir a Cristo. Era una satisfacción comprobar cómo todos llevaban puestas las pulseras que se les habían ido entregando y que parecían identificarlos como un grupo de hermanos en la fe que han caminado juntos durante estos días.

Tras la oración se dividieron en grupos para acudir a visitar los cinco conventos de clausura que hay en Toro. La experiencia vivida en todos ellos ha sido muy emocionante, algunos peregrinos no han podido contener el llanto de emoción ante los testimonios que les han ofrecido las monjas que viven en estos conventos. Los peregrinos han destacado que sus testimonios les han impactado.

Peter, procedente de Clifton, comentaba que “nunca imaginé que fueran tan felices viviendo en clausura”. Michael, peregrino de Plymouth, expresó que “he sentido mucha paz al entrar en el convento y escucharlas ha sido muy interesante, ha merecido la pena esta visita”. Los peregrinos se han interesado por el modo de vida de las contemplativas, preguntando en todo momento sobre su jornada diaria, su trabajo y su dedicación al rezo, su entrega a Dios, etc.

Durante el encuentro con las monjas, éstas les han cantado el himno oficial de la JMJ, himno que han aprendido expresamente para este encuentro; han dado su testimonio de fe, y les han dejado claro que a cualquiera de ellos les puede hacer Dios una llamada, como a Sor Natividad, hermana en el convento de las Sofías, quien en su testimonio les explicó que “al principio de la llamada de Dios, yo no le hacía caso”, “yo era una joven normal, con una carrera universitaria, y abandoné un proyecto de vida para entrar a ser monja en este convento”, “si volviera a nacer, volvería a ser monja con esta orden y en esta comunidad de Toro”.

Posteriormente todos volvieron a congregarse en la Colegiata, donde participaron en la Eucaristía, que fue concelebrada por nueve sacerdotes, entre los que se encontraban los cuatro sacerdotes ingleses que han compartido estos días con nosotros. En la homilía, Ángel Carretero, párroco local, destacó el buen espíritu reinante durante estos días, en los que tanto las familias de acogida como los voluntarios se han entregado para que los peregrinos se encontraran como en su casa, demostrando que somos hijos de un mismo Padre y que formamos parte de una misma familia.

Los peregrinos ingleses no han podido contener su gratitud y han aplaudido estas palabras de la predicación demostrando su agradecimiento a estos toresanos que se han volcado con ellos. Al término de la Eucaristía se desplazaron a la Plaza Mayor, donde la Banda de Tambores y Cornetas de la Ciudad de Toro ha ofrecido un breve concierto para los peregrinos.

Por la tarde repusieron fuerzas, tras estas jornadas tan intensas, junto a sus familias de acogida con un descanso hasta las 19,30 horas, que fue cuando volvieron a encontrarse en la Colegiata para iniciar la peregrinación a la ermita de Nuestra Señora del Canto. Junto a la patrona de Toro rezaron en comunión y le cantaron la Salve en latín. Al final del acto, los asistentes besaron la medalla como símbolo de devoción a nuestra Madre. Se dirigieron a los jardines en torno a la ermita para compartir una merienda de fraternidad.

A las 21,15 estaban todos de nuevo en la Colegiata para escuchar el concierto ofrecido por el cantautor zamorano Rogelio Cabado. Muchos de los asistentes vibraron de manera especial con las canciones de Rogelio, incluso bailando y coreando sus letras, demostrando que la música es un lenguaje universal. Tras finalizar el concierto regresaron a sus casas de acogida para descansar y preparar su equipaje, ya que al día siguiente debían partir hacia Madrid.

La despedida

A las 9 salieron de Toro hacia Zamora para compartir, con el resto de peregrinos acogidos en la Diócesis, la eucaristía de envío en la Plaza de la Catedral, presidida por el obispo, Gregorio Martínez Sacristán. Los peregrinos ingleses alojados en Toro aplaudieron al prelado cuando, al finalizar la eucaristía, se disponía a entrar en la Catedral y éste, al ver su entusiasmo hacia él, se ha acercado a saludarlos. En ese momento todos han querido estrecharle la mano y mostrarle su respeto, hecho que ha colmado de felicidad a todos los allí presentes.

Posteriormente se dirigieron al Parque de Valorio, donde compartieron una comida con todos los peregrinos de la Diócesis, familias de acogido, voluntarios, sacerdotes e incluso el mismo obispo que se acercó a saludar y despedir personalmente a los asistentes.

Álbumes de fotos de estos días en Toro:

https://picasaweb.google.com/110401688326625583132/PaelladaCristoDeLasBatallasToro

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https://picasaweb.google.com/110401688326625583132/EucaristiaEnLaColegiataToro

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lunes, 15 de agosto de 2011

Los DED en Zamora, una experiencia a todas luces positiva


Desde la organización de los Días en la Diócesis (DED) de Zamora hasta la presencia en las redes sociales de Internet, pasando por la experiencia de las parroquias y familias de acogida, el voluntariado y la comunicación, la valoración hecha por la Diócesis de Zamora de la convivencia internacional de estos cinco días es sumamente positiva. Ha sido una oportunidad que Zamora ha sabido aprovechar.

Zamora, 15/08/11. Al finalizar los Días en la Diócesis (DED), que han tenido lugar en diversos lugares de la Diócesis de Zamora entre el 11 y el 15 de agosto como fase preparatoria a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que comienza mañana en Madrid, publicamos algunos materiales conclusivos.

Juan Carlos López: “podemos hacer cosas que merecen la pena”

Publicamos la entrevista que hemos realizado a Juan Carlos López, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil, delegado diocesano de Enseñanza y responsable de los DED y la JMJ en la Diócesis de Zamora.

- ¿Cuál es tu valoración personal de estos Días en la Diócesis?

- Muy positiva, porque después de trabajar muchos meses, hemos alcanzado los objetivos previstos que eran ni más ni menos que acoger a estos jóvenes que han venido de Europa y del mundo, ofrecerles nuestras casas como si fueran las suyas, hacer que estos días sean para ellos el trampolín para que la Jornada Mundial de la Juventud sea significativa en sus vidas. En definitiva, hemos conseguido darnos cuenta que podemos hacer cosas interesantes que merecen la pena, que son atractivas, y se tiene que entender en la Diócesis como una iniciativa para realizar nuevos proyectos pastorales.

- ¿Algún nuevo proyecto en mente?

- Pues a lo mejor estrechar los lazos que se han ido creando entre los grupos que han estado aquí con nosotros, para algún día poder ir a sus casas y sentirnos acogidos. Se han iniciado conversaciones con algunos grupos para que eso se produzca y puede ser una bonita manera de dar continuidad a todo lo que se ha vivido aquí.

- ¿Cómo evalúas el voluntariado?

- La valoración es muy buena, excelente. Ha habido gente trabajando desde el primer día con una actitud muy colaboradora con el proyecto desde el principio. Todos hemos tenido que aportar nuestro granito de arena, pero sobre todo los voluntarios que han hecho el trabajo más oculto, que no se ve, pero que es en realidad el más importante. Sin ese trabajo no hubiera podido realizarse y así se ha podido sacar el proyecto adelante.

- ¿Algo nuevo que te haya aportado esta experiencia?

- Desde luego para mí ha sido una experiencia muy enriquecedora, porque han sido muchos meses de trabajo en un contexto en el que no estaba acostumbrado a trabajar porque ha sido un trabajo de logística, de organización, y creo que ha merecido la pena adentrarse en este tipo de actividades para valorar lo complicado que es organizar cosas, y me resulta muy interesante recibir el agradecimiento de la gente que han colaborado.

- ¿Lo mejor de todo?

- Cuando los chicos que se han marchado nos han agradecido el esfuerzo, y que he aprendido a ser más positivo. Ha habido algún fallo en la organización, pero soy positivo en el concepto, pues pienso que de esos errores se aprende, para mejorar.

José Alberto Sutil: “esto es posible porque Dios está detrás”

A continuación reproducimos las declaraciones de uno de los sacerdotes responsables de la acogida en las parroquias, José Alberto Sutil, coordinador de los DED en Cristo Rey de la capital.

Quiero dar gracias a Dios porque la palabra que más ha abundado en estos últimos momentos ha sido “gracias”, ya que todo esto es posible porque Dios está detrás. Estábamos muy preocupados de que todo saliera bien, que las familias pudieran estar dispuestas a acoger en sus casa, que los voluntarios pudieran estar disponibles, y todo ha salido muy bien gracias a que todos hemos aportado nuestro granito de arena.

Por otro lado ves la alegría de la gente, las lágrimas de emoción al marcharse, que no es nada fingido, sino que se ha disfrutado de verdad viviendo juntos nuestra fe. Ha merecido la pena tanto trabajo. También quiero dar las gracias a los voluntarios que han estado pendientes en todo momento de trabajar y ha sido sorprendente su disponibilidad y predisposición para trabajar. También las familias de acogida que han trabajado desde sus casas para que se sintieran arropados. Algo que ellos mismos han notado.

Estoy orgulloso de la parroquia que ha colaborado en todos los sentidos. Hemos disfrutado mucho con todas las actividades que creo que hemos acertado con el programa combinando actividades parroquiales y diocesanas. Estamos muy contentos y sólo es la primera fase. Con la visita del Papa en Madrid pondremos la guinda al pastel.

Luis Santamaría: “una buena noticia para la gente de nuestra tierra”

Por otro lado, el delegado diocesano de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría, destaca “el trabajo frenético de estos días, intentando cubrir todas las actividades, lugares y momentos, algo que ha sido imposible, pero hemos estado muy cerca gracias a un equipo de voluntarios que he tenido la suerte de coordinar”. De hecho, desde el día 11 de agosto hasta hoy la Delegación que dirige ha publicado una buena cantidad de notas de prensa, reproducidas en http://diocesisdezamora.blogspot.com.

A los colaboradores voluntarios en las tareas de comunicación, explica Santamaría, se debe el que se hayan publicado en Internet en estos días 43 álbumes fotográficos que pueden consultarse en https://picasaweb.google.com/obzamora.jmj. “Este equipo de voluntarios, que nos han mantenido informados desde Zamora capital, Benavente, Toro, Aliste y Sayago, entre otros lugares, le han echado muchas horas a una tarea que han cogido con ilusión. Es una alegría poder dar buenas noticias a los demás, y desde luego que los DED han sido una buena noticia para la gente de nuestra tierra”, explica.

El encargado de comunicación de la Diócesis también destaca la presencia de los DED en las redes sociales de Internet: “desde el primer momento hemos mantenido informada a la gente a través de Facebook y Twitter, lo que ha sido una buena experiencia de interactividad. Un evento de estas características, al poder ir comunicándolo en tiempo real, poniendo las crónicas y las fotos, se hace más algo de todos”. De hecho, explica, “hemos seguido el mismo esquema de trabajo que en la visita de la Cruz de la JMJ y el icono de María el pasado mes de noviembre, pero con un equipo de trabajo más amplio”.

Las redes sociales han sido reflejo estos días de lo que han vivido voluntarios y peregrinos, aunque hasta última hora casi no han podido participar, al estar inmersos en las actividades, con poco tiempo para el descanso y la conexión a Internet. En Facebook se leían en estas horas de la tarde, una vez despedidos los jóvenes extranjeros, mensajes de valoración positiva.

Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora, afirma en Facebook que “miles de jóvenes de todo el mundo han disfrutado de nuestra ciudad durante todo el fin de semana. Una experiencia inolvidable para ellos y para nosotros”. Otros participantes también han dejado su opinión, como la religiosa Isabel Monforte, que escribe: “enhorabuena, han sido estupendos estos días”. Paqui Romo, que ha acogido a jóvenes extranjeros en su casa estos días, dice: “los DED han resultado cortos y muy intensos. Una experiencia muy positiva, se la recomiendo a todos. A la hora de partir todo son lágrimas y caras tristes. Pero nos veremos en Madrid”.