martes, 18 de mayo de 2010

El domingo la Diócesis de Zamora tendrá un nuevo diácono


El próximo domingo 23 de mayo, solemnidad de Pentecostés, el obispo de Zamora ordenará diácono a Santiago Martín Cañizares, joven seminarista de la Diócesis, que así dará un paso fundamental en su camino formativo hacia el sacerdocio. La eucaristía tendrá lugar en la Parroquia de San Torcuato de la capital a las 18 horas.

Zamora, 18/05/10. El próximo domingo 23 de mayo, solemnidad de Pentecostés, la Iglesia diocesana de Zamora celebrará un momento importante: la ordenación diaconal del único seminarista mayor que tiene actualmente, Santiago Martín Cañizares.

El obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la eucaristía en la que ordenará diácono a Santiago Martín en la Parroquia de San Torcuato de la capital, a las 18 horas del domingo. Se ha escogido esta iglesia porque es donde el seminarista reside y lleva a cabo su aprendizaje pastoral.

Santiago Martín, natural de Zamora, nació en 1984 y ha vivido siempre en la localidad de Valcabado. Tras finalizar sus estudios de Secundaria y Bachillerato en la Universidad Laboral, ingresó en el año 2003 en el Seminario Mayor de Zamora, situado entonces en Salamanca. Actualmente está terminando sus estudios (Licenciatura en Teología) en la Universidad Pontificia de Salamanca, tarea que compagina con su formación pastoral en la Parroquia de San Torcuato.

El diaconado

El orden sacerdotal es uno de los sacramentos de la Iglesia. El diácono es quien ha recibido el primer grado del orden sacerdotal y se ejercita en el ministerio del diaconado durante un tiempo, no demasiado largo, antes de ser ordenado presbítero. Según explica el Catecismo de la Iglesia Católica, “el Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, pues, el sacramento del ministerio apostólico. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado”.

El diaconado es un ministerio de servicio asociado al ministerio del obispo. El diácono ejerciendo su ministerio se configura como servidor, asistiendo al obispo y a los sacerdotes en la predicación de la Palabra de Dios, en la distribución de la comunión y en las obras de caridad. Además reza la Liturgia de las Horas, por la que santifica la jornada, prestando su voz a la Iglesia que alaba al Padre.

Quien está ordenado diácono puede bautizar, presidir la celebración del matrimonio, celebrar las exequias, proclamar el Evangelio y predicar en la Eucaristía, distribuir la comunión y dar la bendición con el Santísimo Sacramento.

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