sábado, 13 de marzo de 2010

Ondas expansivas


JOSÉ ALBERTO SUTIL LORENZO

Cuando uno tira una piedra al agua, ésta provoca ondas expansivas, círculos concéntricos que van ampliando su radio de acción hasta desvanecerse. Entremezcladas con los ritmos del año litúrgico, nuestra Iglesia nos propone diversas Jornadas en las que tomar conciencia sobre realidades eclesiales o aspectos de la misión. El próximo domingo, como cada año por estas fechas cercanas a San José, celebraremos el día del Seminario, bajo el lema «Una vida apasionante. El sacerdote, testigo de la misericordia de Dios». Pero nos gusta más bien decir «Campaña del Día del Seminario», y eso significa que se organizan una serie de actos con los cuales se pretende tirar esa piedra al agua y provocar ondas expansivas, que desaparecerán normalmente una vez que hayan cumplido su cometido. Utilizando la metáfora del cuerpo -porque el sacerdocio existe como regalo del señor a su Iglesia, que es su cuerpo, y como testimonio para el mundo-, esta Campaña del día del Seminario tiene cabeza, tiene corazón y tiene manos. Empezando por el principio, necesitamos amueblar la cabeza. Por eso, el próximo martes disfrutaremos en Zamora de la presencia de un sacerdote polifacético, José Pedro Manglano, que con su frescura y vitalidad provocará la primera onda expansiva de esta Campaña 2010. Pero también tenemos corazón, y es necesario que lo caldeemos, que lo preparemos, que también le hablemos o le escuchemos. Por eso, el próximo jueves, en la iglesia de San Andrés, estamos todos convocados a la tradicional Vigilia de Oración por las Vocaciones. Somos el pueblo de Dios que se reúne en el nombre del señor para esperarlo todo de él, poniendo de nuestra parte todo lo que podamos. Por último, la cabeza y el corazón -que siempre han de estar conectados- necesitan de quien ejecute pensamientos y obre sentimientos, necesitan manos, las mismas manos que sostienen el ejemplar de la hoja diocesana, o que hacen su aportación económica en la colecta destinada a la formación de los seminaristas, o que cogen la estampa para poder rezar la oración que se nos propone para este día... Pero cabeza, cuerpo y corazón forman un todo, y por eso, esta Campaña del Día del Seminario 2010 y sus ondas expansivas tienen como colofón la celebración del Día del Seminario, con la eucaristía presidida por nuestro padre y pastor don Gregorio, y en la comunión de todas las celebraciones dominicales a lo largo y ancho de nuestra diócesis. «Una vida apasionante», reza el lema de este año. Quiera Dios que la Campaña y sus ondas expansivas logren llegar lejos. Y esto dependerá de todos nosotros. Una vida apasionante. Por tanto, también tú: ¡apasiónate!

La Opinión-El Correo de Zamora, 14/03/10.

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