jueves, 31 de diciembre de 2009

Cáritas apela a la solidaridad de los zamoranos en la crisis


Cáritas Diocesana realiza el próximo 3 de enero una colecta extraordinaria en las parroquias zamoranas con motivo de su Campaña de Navidad. Sus responsables ofrecen los datos de las nuevas necesidades en nuestra tierra, originadas por la crisis: un 60% más de familias que solicitan ayuda con respecto al año 2008.

Zamora, 31/12/09. Durante este mes de diciembre Cáritas Diocesana de Zamora está llevando a cabo su Campaña de Navidad, con el lema “Una sociedad con valores es una sociedad con futuro”. Sus responsables han aparecido públicamente alertando del importante aumento de las necesidades entre los zamoranos, y del cambio de perfil de la pobreza.

En su carta de Navidad, el Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana, Antonio Jesús Martín de Lera, recuerda que lo celebrado en estas fechas “comenzó siendo una historia de rechazo, pobreza y marginalidad y, por ello, de subversión en la manera de entender la vida”. Por eso desde Cáritas llaman a cambiar el estilo de vida, los valores por los que se rige la sociedad y que han dado lugar a la crisis actual.

Para Antonio Jesús Martín, “contemplando la Navidad así quizá entendamos también nuestra realidad. Seguramente nos hace más humanos, más cercanos a los hermanos que sufren la crueldad del sistema social que tenemos. La Navidad cristiana nos llama a la fraternidad más allá del límite familiar, nos llama a la solidaridad con los que menos tienen, con los excluidos de nuestro mundo, con los que a nuestro lado lo pasan mal”.

Y es que las cifras muestran lo urgente de estos planteamientos. Cáritas Diocesana de Zamora ha recibido durante el año 2009 a un 60% más de familias que solicitan ayuda económica. Son 1.600 las familias que han recibido el apoyo de Cáritas a través de sus centros en Zamora, Benavente y Toro. Lo que ha llevado a la entidad a incrementar su inversión mensual en ayuda directa hasta alrededor de 60.000 euros.

La Directora de la institución, Mercedes Morán, explica que “ahora ya no acuden a nosotros personas en riesgo de exclusión, sino que se trata de personas que han perdido su trabajo, se les termina la prestación y no tienen cómo pagar la hipoteca o el alquiler”. El perfil de la pobreza ha cambiado debido a la crisis.

Caridad imaginativa

Ésta es la realidad difícil de la pobreza en Zamora. Según Antonio Jesús Martín, “en Cáritas estamos notando desde hace un tiempo la demanda creciente de alimentos y otras cosas básicas que las personas piden, no sólo los inmigrantes, también personas de nuestro entorno que hasta hace poco tenían una situación económica estable. La pérdida de empleo, el no poder afrontar las hipotecas, etc., les hacen vulnerables y necesitados”.

Ante esta situación, “pedimos a las personas de buena voluntad ayuda económica y sensibilidad, para poder hacer realidad una Navidad cristiana y socorrer a nuestros hermanos. Sólo si somos solidarios y fraternos con los necesitados, tendremos una Navidad auténtica. Sólo así celebraremos la Navidad y el Niño Dios entrará en nuestras vidas; si no, pasaremos unas fiestas más, pero sin sentido”.

De hecho, no sólo cambia el perfil de la pobreza; también cambia la manera de ayudar. Los responsables de Cáritas Diocesana llaman a una “caridad imaginativa”. Y lo ilustran con dos ejemplos. El primero, el del cardiólogo zamorano Gregorio Cardoso, que acaba de publicar un libro de poesía (Eterna mudanza), cuyos ingresos por la venta irán destinados íntegramente a Cáritas. El segundo ejemplo, el protagonizado por un grupo de empresarios y profesionales liberales de la provincia, que a comienzos de diciembre han abierto una cuenta corriente para aportar donaciones en estos tiempos difíciles, y que ya llegan a la cincuentena de colaboradores.

Datos nacionales

Cáritas Española ha presentado recientemente su IV Informe del Observatorio de la Realidad Social sobre la acción social en España. En él se hace un recorrido por la acción social desarrollada ante la crisis, con apartados para datos sobre La protección social en España, la información en la acción social, Los procesos de trabajo en la acción social, Las propuestas de Cáritas para la acción social y Algunas iniciativas de Cáritas ante la crisis.

En el Informe se pone de relieve la precariedad de la protección social en España, y como en tiempos de bonanza económica (de 1993 a 2006), el gasto social se mantuvo en valores bajos. La evolución de la pobreza en España desde 1994 hasta 2008 se ha mantenido invariable, y España está 5 puntos por debajo de la media europea en la proporción de gasto social sobre el PIB.

El Observatorio de la Realidad Social de Cáritas nos muestra que el número de personas atendidas por Cáritas en sus servicios de Acogida y Asistencia aumentó de 400.000 a 600.000 personas del 2007 al 2008, y que previsiblemente alcanzará las 800.000 personas en 2009. Esto supone que en dos años se ha duplicado el número de personas atendidas por Cáritas en sus servicios de Acogida y Asistencia.

De otra parte, Cáritas está asumiendo casi todas las derivaciones que realizan los servicios sociales públicos lo que evidencia la precariedad del sistema público al que Cáritas no tendría que sustituir, sino tan solo complementar. Además, Cáritas Española ha cerrado el año 2009 con un paquete de ayudas de cooperación por valor de 1.700.000 euros.

Para más información:

Hoja informativa de Cáritas Diocesana de Zamora – Diciembre 2009

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Zamora se une a la inauguración del Año Santo Compostelano


El próximo 31 de diciembre, la Diócesis de Zamora se unirá a la de Santiago de Compostela para inaugurar el Año Santo Compostelano de 2010. Al igual que pasará en la ciudad que custodia los restos del apóstol, las parroquias zamoranas por las que pasan los Caminos de Santiago repicarán sus campanas a las 16,30 horas.

Zamora, 30/12/09. Mañana, 31 de diciembre, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, presidirá la ceremonia solemne de la apertura de la Puerta Santa. Con este motivo, más de 1.000 campanas de la Diócesis compostelana repicarán uniéndose a su Iglesia madre, para celebrar la inauguración del Año Santo Compostelano de 2010.

La Diócesis de Zamora se unirá a esta convocatoria festiva. Cuando el arzobispo de Santiago golpee con un martillo la Puerta Santa de la Catedral a las 16,30 horas, abra la puerta de bronce y se caiga el muro de piedras (símbolo del muro que el pecado levanta entre el hombre y Dios), las 35 parroquias de nuestra Diócesis por las que pasan diversas vías de peregrinación repicarán también sus campanas, uniéndose a la alegría por un nuevo Año Jacobeo.

El Camino de Santiago más importante que pasa por Zamora es la Vía de la Plata. Comienza por el Cubo de la Tierra del Vino, y sigue por Villanueva de Campeán, Zamora (se ha centralizado la atención a los peregrinos en la Parroquia de San Ildefonso), Roales del Pan, Montamarta, Fontanillas de Castro, Riego del Camino, Granja de Moreruela, Santovenia del Esla, Villaveza del Agua, Barcial del Barco, Villanueva de Azoague y Benavente (Parroquia de Santa María).

Por otro lado, se encuentra el Camino Portugués de la Vía de la Plata, que incluye las localidades de La Hiniesta, Valdeperdices, Almendra, El Campillo, Muelas del Pan, Ricobayo, Cerezal de Aliste, Bermillo de Alba, Fonfría, Fornillos de Aliste, Ceadea, Arcillera, Vivinera, Alcañices, Sejas de Aliste, Trabazos y San Martín del Pedroso. Además de una variante por Villaflor, Villanueva de los Corchos, Videmala, Castillo de Alba y Samir de los Caños, para seguir a Ceadea.

La Delegación Diocesana de Religiosidad Popular ya ha reunido a los párrocos del Camino de Santiago para organizar la atención a los peregrinos y la motivación espiritual para emprender la peregrinación jacobea, con distintas iniciativas y actividades que se irán desarrollando a lo largo del año 2010. Precisamente la hoja diocesana Iglesia en Zamora, que se distribuye quincenalmente en todas las parroquias de la Diócesis, dedica su portada del próximo 3 de enero a este motivo.

El delegado, Javier Fresno, recuerda que la credencial del peregrino, necesaria para poder obtener al final la Compostela cuando se hace el camino por razones religiosas, ha de solicitarse en la parroquia a la que pertenece cada peregrino, su comunidad cristiana de origen, sea cual sea después el lugar de partida de la peregrinación.

domingo, 27 de diciembre de 2009

La familia, creación de Dios


JESÚS GÓMEZ

Domingo de la Sagrada Familia – Ciclo C

“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” (Lc 2, 41-52)

No es que fuera un pueblo muy numeroso o muy poderoso; al contrario, tirado en la cuneta y abandonado estaba, cuando Dios pasó y lo amó. Por puro amor hizo con él una alianza. Queriendo Dios manifestarle cuán grande era el amor que le tenía, no tuvo más remedio que recurrir a la experiencia humana del matrimonio: «Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó. La alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo». Se establece una correlación de Dios e Israel, y también de Cristo y la Iglesia, con el matrimonio humano. Un solo Dios y un solo pueblo o un solo Cristo y una sola Iglesia, consiguientemente un solo marido y una sola esposa. Donación mutua, plena, definitiva y fiel del hombre y la mujer, a imagen y semejanza de la oblación plena, definitiva y fiel de Dios a Israel, de Cristo a su Iglesia.

¡La alegría que encuentra el marido con su mujer! Alegría llamada a permanecer, a renovarse cada día y cada hora. Alegría acrecentada con el crecimiento de la prole. Y como Dios le preparó una tierra a su pueblo, una casa donde vivir, con el amor mutuo de los esposos, el amor compartido mutuamente con los hijos y una casa donde vivir, ya tenemos una familia en marcha, en las mejores condiciones para el desarrollo de la vida, a imagen y semejanza de la familia celeste: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cargada, por otra parte, de multiformes necesidades para su desarrollo: trabajo, conocimientos, economía, servicios… está igualmente necesitada de las más diversas ayudas.

La familia tiene su punto de partida en el matrimonio, que es obra de Dios, creación de Dios. Obra y creación de Dios lo es también la familia. Pero matrimonio y familia son vividos por el hombre. Por lo tanto, el matrimonio y la familia se relacionan con Dios como se relaciona con Dios cualquier ser humano individualmente; mejor, como se relacionó con Dios la pareja humana paradigmática. Como Adán y Eva, matrimonio y familia tienen un camino trazado por Dios con sus señales de circulación y colmado de halagüeños anuncios que invitan a desviarse. Basta echar una ojeada a nuestro mundo para comprobar cuán efectivos son esos halagos, cuán deteriorado se presenta el panorama familiar. Sólo serán capaces de recomponerlo las familias que se afirmen en el camino sin desviarse. Una familia, fiel al designio de Dios nos dio un hijo que logró cambiar la historia. Familias como aquella Sagrada Familia nos darán hijos que seguirán los pasos de Jesús, el hijo de María, y el deterioro del panorama familiar y religioso, se corregirá. Vienen Días, oráculo del Señor, en que yo reconstruiré la casa.

La Opinión-El Correo de Zamora, 27/12/09.

El tiempo es relación


PEPITA CORDOVILLA

En estos días recibimos y entregamos deseos de un Feliz Año, lleno de vida, de felicidad. Tenemos más consciencia del tiempo que se nos ofrece: todo un año para estrenar. Un año donde se nos ofrece la posibilidad de realizar día a día el sentido que cada uno hemos dado a nuestra vida. El tiempo es un don gratuito y cada uno nos construimos en él minuto a minuto, opción tras opción. El tiempo nos ofrece posibilidades sin fin, pero hay que cogerlas al vuelo, porque el tiempo corre. Por eso la relación con el tiempo es un desafío que crea tensión. Es más fácil dejarse llevar por los acontecimientos y huir de los desafíos del tiempo. Hay quienes «pierden el tiempo» no se sabe bien dónde y cómo, se sienten perdidos, el propio yo está disperso, confuso, busca siempre experiencias nuevas, porque en el fondo todo es banal y fragmentado. Hay quienes huyen del propio tiempo llenándolo de actividades, sintiéndose importantes por la cantidad de trabajos realizados. Hay quienes ansían parar el tiempo y vivir en perenne juventud idolatrando el momento presente y así se pierde el precioso ritmo natural de la vida, de las estaciones, de la edad que avanza. Incluso hay quien huye del tiempo bloqueando el pasado sin abrirse nunca a la novedad y a la esperanza de lo que viene.

Los creyentes hemos recibido una buena noticia: «Dios nos da su tiempo» –dice Benedicto XVI– Nosotros tenemos siempre poco tiempo y sin embargo Dios tiene tiempo para nosotros. Y el tiempo divino es un tiempo de venida, de encarnación, de encuentro. El tiempo de Dios es la eternidad del amor y de la relación. El hombre, imagen de Dios, tiene la extraordinaria libertad de poder regalar su propio tiempo como signo de su amor por el otro. Es el sentido cristiano, porque es Dios quien ha marcado los ritmos del tiempo.

Por eso el nuevo año, nuestro tiempo, no es una sucesión de horas para llenar, sino un don ofrecido a cada viviente y, por lo tanto lleno de responsabilidad. Don ofrecido para ser entregado: el tiempo nos abre al encuentro con el otro. El tiempo es un espacio común. Podemos decir que el tiempo nace del amor. Amar a una persona es tener tiempo para ella, esperarla y acoger el don de su tiempo, o compartir con ella el propio tiempo como don totalmente personal. El tiempo pasa, pero el amor permanece, llena de sentido la vida y cada uno de nuestros gestos, por pequeños que sean, y la colma de significado verdadero. Decir a alguien «te amo» es como decirle «tú no morirás jamás». Es esa palabra que tiene sabor de eternidad, principalmente cuando se trata de la fidelidad de una vida.

La Opinión-El Correo de Zamora, 27/12/09.

jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!


"Hoy, en la ciudad de Belén, os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre"

(Evangelio según san Lucas 2, 11-12)


La Delegación Diocesana de Medios de Comunicación Social de Zamora te desea una FELIZ NAVIDAD. Que Dios te llene de alegría por el nacimiento de su Hijo... y que el año 2010 venga repleto de su gracia y bendición.

Dios se ha hecho hombre por amor. Ésta es la buena noticia, la mayor que queremos comunicar. Que ese amor, que ven nuestros ojos, lo contagiemos a los demás. La encarnación es, para los creyentes, exigencia de justicia y paz.

“Hoy nos ilumina la Luz, porque ha nacido para nosotros el Señor” (Benedicto XVI)

Foto: Del retablo de la iglesia parroquial de Barcial del Barco (Zamora)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Diócesis celebra la fiesta de la Sagrada Familia


El próximo domingo 27 de diciembre, la Diócesis de Zamora celebra la solemnidad de la Sagrada Familia con dos actos principales: la eucaristía en la Parroquia de San Lázaro a las 12,30 y la participación del obispo y un centenar de fieles en el encuentro europeo que habrá el mismo día en Madrid.

Zamora, 23/12/09. La Iglesia católica celebra el primer domingo después de Navidad la solemnidad de la Sagrada Familia de Nazaret, y es la fecha escogida en España para celebrar la Jornada de la Familia. Este año, el lema de esta jornada es: “Crecer en familia: los padres, primeros maestros y testigos de la fe”. Para ello se han editado una serie de materiales que pueden descargarse de la web del Obispado de Zamora.

Como ha señalado Florencio Gago, Delegado Diocesano para la Familia y Defensa de la Vida, “es una buena ocasión para poner a todas las familias una vez más en manos de la Sagrada Familia de Nazaret ante los ataques y presiones que ésta sufre hoy en día”.

Con este motivo, ya es tradicional celebrar una eucaristía festiva en la Diócesis, que cada año tiene lugar en una de las parroquias de la capital zamorana. Esta vez el turno le ha tocado a la Parroquia de San Lázaro, que acogerá la eucaristía este domingo a las 12,30 horas, y contará con el testimonio de una familia. Será presidida por Florencio Gago, y a ella están invitados todos los fieles y, especialmente, los movimientos familiaristas. En la Diócesis de Zamora existen dos de estos grupos: el Movimiento Familiar Cristiano y Encuentro Matrimonial.

Por otra parte, la Diócesis de Madrid organiza el mismo día una Misa por las Familias, a la que invita a toda España. Este año han sido invitados obispos y familias de toda Europa bajo el lema “El futuro de Europa pasa por la familia”. En la misma, concelebrará el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, y acudirá un centenar de fieles zamoranos, que saldrán en autobús el mismo domingo a las 7 de la mañana (en la puerta del Instituto Maestro Haedo).


lunes, 21 de diciembre de 2009

El pesebre y la cruz


CRITERIOS

Muchas veces oiremos estos días a un Niño que, cuando le preguntamos cantando de quién es, nos responde: “Soy amor en el pesebre y sufrimiento en la cruz”. El villancico refleja de forma popular una verdad central de la fe cristiana: tan abajo ha llegado Dios por amor a los hombres, que ha nacido como el más miserable de nosotros. Y lo que empezó en el lugar donde come el ganado, terminará en el patíbulo de la condena a los proscritos, para llegar así a la glorificación. A ese extremo ha llegado la misericordia entrañable de Dios. Tanto ha amado Dios al mundo. Pero este mundo a veces rechaza a Dios, y bajo el peso del pecado vuelve la cabeza al ver al Crucificado, porque no quiere ponerse frente al que interpela nuestra vida. ¡Cuánto amor de verdad clavado en un madero, y qué pobreza de corazón la del espectador! La polémica en torno a los crucifijos, además de otras muchas implicaciones, ha de servirnos a los creyentes, al menos, para hacer dos cosas. La primera: preguntarnos qué responsabilidad (o culpa) podemos tener en esa reacción que algunos han llamado “cristofobia”. ¿No tendrán algunos razones fundadas para asociar la cruz con el odio y la violencia? La segunda: tomar conciencia de que, si arrancan los símbolos del cristianismo, a nosotros nos toca una parte mayor de testimonio. Como ha dicho ya algún obispo español, debemos ser “crucifijos vivientes”. Una y otra son buenos deberes para estos días. Y que, al poner el belén o al contemplarlo, y al felicitar a nuestra gente esta fiesta, lo hagamos conscientes de ser testigos del que nació en el pesebre y murió en la cruz. El misterio de la Navidad nos empuja a encarnarnos más en este mundo.

Iglesia en Zamora nº 87 (20/12/09).

domingo, 20 de diciembre de 2009

Ellos y nosotros


FRANCISCO GARCÍA MARTÍNEZ

Domingo IV de Adviento – Ciclo C

“Dichosa tú que has creído” (Lc 1, 39-45)

Es curiosa la circularidad del evangelio de este domingo. No se sabe muy bien si María va a ayudar a su prima en su embarazo tardío, como tantas veces se dice, o si es Isabel quien recibe a María para ayudarla en el proceso de comprensión de su llamada a la maternidad divina. Y la verdad es que esta pequeña oscuridad del texto puede ser una pequeña luz que nos ayude a comprendernos a nosotros mismos.

María se encuentra desconcertada, asustada, dubitativa… ante la elección de Dios, ante el radical cambio de perspectiva de su vida, ante las pequeñas posibilidades que encuentra en sí misma y la grandeza de la misión que ponen en sus manos. Es posible que de esta pequeña sierva salga el gran mesías esperado. ¡Qué difícil es dar a luz la confianza!, nosotros lo sabemos bien. ¿No es el mundo demasiado grande para nosotros? Cuántas veces vamos acobardados pensando que estamos superados de antemano. Cuántos miedos escondidos en nuestro corazón, cuántas justificaciones para no afrontar los retos fuertes de la vida, cuántos pasos atrás por falta de fe. Pero Dios nos ha elegido. Pero ¿Cómo lo sabemos?

Aquí entra Isabel. «Mira a Isabel —dice el ángel— que ha concebido un hijo en su vejez». A María se le da un signo para fortalecer su fe. También Dios pone en nuestro camino algunos creyentes cercanos, que en su pequeñez y confiados en Dios, han sabido hacer brotar de su vida fortaleza, esperanza, amor en medio de la dureza de su vida y de sus pruebas. Isabel confirma el mensaje del ángel con su palabra («dichosa tú que has creído») y con su vida (mírame el Señor me ha hecho fecunda en mi vejez). ¿No conocemos creyentes que nos lo dicen con su vida y su palabra? ¿No son ellos un signo en nuestro camino? ¿Oiremos cómo entre líneas brota del cielo la palabra de Dios que nos dice: bendito tú que aceptas concebir a mi Hijo en la carne de tu vida, de tus sentimientos, de tus actividades… Isabel ayuda así a María a dar a luz a Cristo en la fe.

Estamos tan acobardados por nuestras oscuridades interiores, por nuestras pequeñas torpezas y miedos, por nuestras cómodas seguridades, por el arrullo estúpido del «sed felices sin dolor» que no somos capaces de confiar en que la luz de Dios habita en nuestra carne queriendo iluminar también hoy la vida del mundo. María con su ejemplo nos invita a aceptar el reto, e Isabel espera alegrarse al contemplar en nosotros signos de vitalidad confiada y repetir: Dichosos vosotros, Hijos de María, porque habéis creído. ¿Dará un vuelco el fruto bendito de nuestro propio seno?

La Opinión-El Correo de Zamora, 20/12/09.

¡Qué bello es vivir!


JOSÉ ALBERTO SUTIL

¿Quién no recuerda esta preciosa película que dirigiera en 1946 Frank Capra y protagonizara el inolvidable James Stewart? Es todo un clásico de las fechas navideñas, un canto a la vida, a la esperanza y al amor, palabras que se entrelazan en la paradoja del Dios que viene a la tierra y no tiene sitio en nuestra posada. El argumento es sencillo: el día de nochebuena todos los habitantes de Bedford Falls piden a Dios por uno de sus vecinos, George Bailey, un raro ejemplo de bondad íntegra, que se encuentra en una situación desesperada: está en la bancarrota y su familia hace aguas, mientras que en su lucha contra el cacique local, parece que este último ha ganado el juego y la partida... San José entonces encarga la dura tarea de ayudarle a Clarence, un ángel «de segunda clase» que podrá ganar sus tan ansiadas alas si lleva a cabo con éxito la misión encomendada. A partir de aquí, la película se desarrolla recorriendo en moviola toda la vida del protagonista para desembocar en la pregunta final: ¿cómo habría sido tu vida y la de los que te rodean, George, si tú no hubieras nacido?

A nosotros, que somos cristianos «viejos», nos viene al pelo esta misma pregunta. ¿Qué hubiera pasado en tu vida si no hubieras conocido a Cristo? ¿Qué sería de ti si la Iglesia, tu familia, tantos y tantas, no te hubieran llevado a Jesús? ¿Cómo serías tú hoy si este niño que nace no hubiera llegado también a tu corazón?

La cosa va hoy de clásicos. Quizás nos tendríamos que empapar bien de «Quo vadis»? —el libro, la película o ambos— para descubrir la radical novedad del cristianismo en nuestras vidas. Y la pregunta se hace más acuciante ante el actual secuestro de la Navidad por intereses comerciales o de otro calado. ¿Me he acostumbrado a celebrar la Navidad? ¿Por qué celebro lo que celebro? ¿Qué sentido tiene para mí? ¿Soy capaz de dar la cara y de anunciar a todos que el Dios-amor ha venido a nosotros indefenso y débil, como un bebé, para que no tengamos miedo de acariciarlo, de besarlo, de acurrucarlo? Estas navidades que hay nueva versión cinematográfica del «Cuento de Navidad» de Charles Dickens, a lo mejor tenemos que hacer cada uno como el viejo Scrooge y dejarnos interpelar por los tres espíritus navideños —el pasado, el presente y el futuro— sabiendo que «el pasado pertenece a la misericordia de Dios, el futuro a su providencia y el futuro a su amor» (Beata Teresa de Calcuta), sabiendo que «la puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva» (Benedicto XVI). O, ¿qué creías?, ¿que estas navidades iban a ser como todas?

La Opinión-El Correo de Zamora, 20/12/09.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El Padre Jony presenta en Zamora su libro Notas de un cura rockero


El Padre Jony, sacerdote catalán conocido por haber sacado varios discos de rock, estará en Zamora el próximo jueves para presentar su libro-CD Notas de un cura rockero, en la Biblioteca Pública a las 20 horas.

Zamora, 15/12/09. El sacerdote Joan Enric Reverté, de la Diócesis de Tortosa, conocido en toda España por su nombre artístico, Padre Jony, compagina con su ministerio pastoral su afición a la música, lo que le ha llevado a sacar varios discos de rock. En esta ocasión acude a Zamora para presentar su primer libro, Notas de un cura rockero, que acaba de publicar en octubre la editorial Espasa.

Desde bien pequeño Reverté mostró interés por la música. En el Seminario de Tortosa creó su grupo “Seminari Boys”. Estudió solfeo, piano y canto. La muerte de un compañero por sobredosis le empujó a dar el paso definitivo, y en 1992 fue ordenado sacerdote. Actualmente es rector de la parroquia de San Pedro Apóstol de Les Cases d`Alcanar (Tortosa). Ha sido misionero en países como Guinea Ecuatorial y Honduras. En 1999 creó el grupo Properly, y en el 2005 sacó su primer disco y creó la Fundación “Provocando la Paz”, que tiene por objeto promocionar la paz y la solidaridad. También es el promotor de la “Plataforma Antiaborregamiento”.

Presentará su libro en el salón de actos de la Biblioteca Pública del Estado de Zamora el próximo jueves a las 20 horas. En esta obra, el Padre Jony desmenuza los temas humanos y espirituales fundamentales para él, los valores en los que se apoya, y que intenta transmitir a través de la letra de sus canciones. “Cuando la vida nos da la espalda y las circunstancias no son favorables, no debemos derrumbarnos; siempre existe una pequeña llama de esperanza para mejorar la situación”, afirma el Padre Jony en su libro, que cuenta cómo a través de su música muchas personas han encontrado fuerza, luz y consuelo. Además, en el libro se incluye un CD con algunos de sus temas más conocidos.

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Qué tenemos que hacer?


LUIS SANTAMARÍA DEL RÍO

Domingo III de Adviento – Ciclo C

“Juan exhortaba al pueblo y les anunciaba la Buena Noticia” (Lc 3, 10-18)

Este domingo está marcado por el signo de la alegría. En los textos bíblicos proclamados hoy en la liturgia católica, el profeta Sofonías invita a Jerusalén a regocijarse en el Señor, y san Pablo les dice a los fieles de la ciudad de Filipos que estén siempre alegres en el Señor. Su alegría habrá de ser modesta y pública, a la vez. Nacerá de la oración e irá acompañada de la paz de Dios. Los cristianos estamos llamados a vivir esta alegría, como algo propio y distintivo. Siempre, pero especialmente cuando parece que todo invita al pesimismo. Resulta que san Pablo escribió esto… ¡cuando estaba preso en la cárcel! Y es que la alegría va más allá de las satisfacciones que nos da este mundo. Es posible en el sufrimiento. Es algo que nada ni nadie nos puede quitar, si la tenemos arraigada bien dentro.

Pero la alegría tiene un precio. Muchos acuden a escuchar a Juan el Bautista. Por tres veces le repiten esta pregunta: “¿Qué tenemos que hacer?”. Juan propone tres acciones. En ellas se refleja la voluntad de cambiar de vida, de la conversión. La primera: compartir con el prójimo los propios bienes, descubriendo las necesidades ajenas. La segunda: no pretender de los demás lo que no es justo, es decir, no abusar de ellos, y aceptar como un don gratuito lo que los demás pueden ofrecer. La tercera acción: no hacer extorsión a nadie, renunciar a la violencia, tratar a los demás como hermanos.

El mensaje de Juan el Bautista no se queda en la exhortación, sino que se abre a un anuncio: “Yo os bautizo con agua, pero viene el que puede más que yo”. Juan no es solamente un predicador moral. Para él, la conversión prepara ya el camino del Mesías. Nuestra conversión tiene que darse porque Jesús viene. Y así, nuestra conversión está coloreada por la fe, la esperanza y la caridad. La fe hace que la conversión sea cristiana, no sólo un gesto bonito. La esperanza nos pone mirando hacia Jesús, que es a quien esperamos. La caridad hace que cambie la persona y que quiera cambiar todo lo malo de alrededor. Todo esto, sólo podemos hacerlo con la ayuda de Jesús. El Adviento nos confronta con una pregunta que podemos hacerle cada día, como aquellos hombres del evangelio: “¿Qué tenemos que hacer?”. La alegría (de verdad) y la conversión, dos caras de una misma moneda. La moneda de nuestra felicidad.

La Opinión-El Correo de Zamora, 13/12/09.

Elige ser feliz


ÁNGEL CARRETERO MARTÍN

En este puente de la Inmaculada muchos madrileños salían de la ciudad para descansar y otros nos desplazamos hasta allí para disfrutar fugazmente de la belleza del Madrid de los Austrias, de la cuidada ambientación navideña y de alguna de sus variadas ofertas culturales. Pues bien, les confieso que no es la primera vez que yendo en metro, autobús o por la calle, me da por fijarme discretamente en los rostros de las personas que se cruzan a mi lado y me pongo a vaticinar, a juzgar por la expresión de la mirada, si esta o aquella persona será feliz.

Veo la tensión del ejecutivo con los minutos contados para cerrar una operación. Contemplo al mendigo, postrado en la acera sobre una manta, con el deseo de recibir alguna moneda. Observo la caramelizada pareja de novios que viven el momento presente como el último instante de sus vidas. Miro a los papás que pasean a su bebé como la mejor lotería que les ha podido tocar en la vida. Y de lo que no me cabe duda es que todos ellos buscan ser felices. Todos hemos nacido para serlo. En realidad hemos sido creados para ello, es un deseo que llevamos en los genes. Quizá hoy más que nunca nuestra sociedad cultiva y desea un mundo feliz. La tentación es creer que podemos vivir en una especie de mundo de color de rosa donde todo se puede comprar, hasta la felicidad.

La experiencia nos va diciendo, incluso a quienes somos más jóvenes, que una felicidad tan barata, unida al consumo, al placer o al éxito rápido y que rehuye el esfuerzo y el sacrificio de perderse por el otro no acaba por ser felicidad duradera. Ese mundo artificial que quieren vendernos tarde o temprano nos angustia con la vaciedad del estar llenos únicamente de nosotros mismos. Lo que realmente llena el corazón de alegría y hace que la contagiemos a nuestro alrededor es otra cosa muy distinta: es la libertad interior de cambiar un hábito que no me conviene, es el logro de un objetivo que me había propuesto desde hace tiempo, es la locura de darse una paliza de kilómetros por compartir unas horas con la persona amada, es el dolor esperanzado de sufrir la pérdida misteriosa de un ser muy querido, es la sinceridad y la transparencia con los amigos, es aumentar nuestra generosidad con Cáritas en tiempos de crisis…

El mítico y esperanzado “yes, we can!” de Obama por una sociedad mejor no es ninguna novedad para quienes llevamos dos milenios teniendo la experiencia de que es más feliz el que da que el que recibe aunque esto implique, a veces, no pocas noches oscuras. Pero vaya si merece la pena, porque vivir así es elegir ser feliz, es optar por la alegría que contagia, la que procede de las fuentes escondidas de lo alto.

La Opinión-El Correo de Zamora, 13/12/09.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La Diócesis celebra la fiesta de los hispanos


El próximo sábado 12 de noviembre la Catedral de Zamora acogerá por primera vez la fiesta diocesana de los hispanos, en la que los fieles católicos procedentes de Hispanoamérica podrán unirse para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Consistirá en una eucaristía presidida por el obispo a las 18 horas, seguida de una procesión por el interior del templo, y un encuentro posterior en la Casa de Ejercicios.

Zamora, 7/12/09. La Diócesis de Zamora se dispone a celebrar, el próximo sábado día 12, la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, como fiesta de la comunidad hispana en Zamora. Según las estimaciones del departamento de Inmigración de Caritas Diocesana, contamos con unos 3.000 hispanoamericanos, originarios de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Santo Domingo y otros países sudamericanos.

La fiesta consistirá en la celebración de la eucaristía, presidida por el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, a las 18 horas, en la Santa Iglesia Catedral, seguida de una procesión por el interior del templo. Posteriormente se tendrá un tiempo de celebración en la Casa de Ejercicios.

La celebración ha sido organizada conjuntamente por las Delegaciones Diocesanas de Religiosidad Popular y Liturgia, con la colaboración de Caritas Diocesana, el Coro Sacro, y la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, que actúa como “madrina” de esta fiesta.

Una importante comunidad que, como todos los inmigrantes, experimenta las dificultades de la adaptación a la cultura y valores de una sociedad hermana pero distinta. Según indica el organizador de esta actividad, Javier Fresno, delegado diocesano de Religiosidad Popular, “ante una sociedad española que avanza hacia el laicismo, la comunidad hispana hunde sus raíces en un catolicismo profundo donde la fe sencilla y fervorosa, la familia, las manifestaciones públicas de piedad, todo eso, son parte de su vida diaria. Pero estos valores, llanos y hondos, corren también el riesgo de difuminarse en medio del secularismo dominante en occidente”.

La Iglesia española ha descubierto que la integración de los católicos extranjeros en las comunidades, especialmente hispanoamericanos, que desde su llegada son miembros de ellas de pleno derecho, supone un fortalecimiento y un enriquecimiento. Así lo han manifestado muchos obispos y documentos del episcopado español. “Y no sólo por la juventud que suelen traer a unas comunidades generalmente en proceso de envejecimiento, sino por la hondura de su fe, por la riqueza y variedad de sus expresiones y tradiciones, el dinamismo que pueden aportar a nuestras celebraciones litúrgicas, a la catequesis, el apostolado y la acción social, etc.”, como recuerda Javier Fresno.

La celebración de la Virgen de Guadalupe, en el aniversario de su aparición, corresponde al deseo de honrar a la Madre común, invocada por toda la América Hispana. La Madre de Dios, apenas diez años después de la conquista de México, se hace presente al indio Juan Diego en el cerro Tepeyac, y en él a todos hijos del nuevo continente, para mostrar todo su “amor y compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre”.

Para más información:

Javier Fresno, delegado diocesano de Religiosidad Popular – Tel. 606 876 098 – jfresno@sjbalmeida.e.telefonica.net

domingo, 6 de diciembre de 2009

Ven, Señor Jesús


NARCISO-JESÚS LORENZO

Domingo II de Adviento – Ciclo C

“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos” (Lc 3, 1-6)

Hemos consumido una semana del Adviento y comenzamos otra nueva. ¿Y qué ha pasado? Hemos visto en los templos que el sacerdote aparece revestido de color morado o violeta, incluso en algunos se ha instalado en el presbiterio una corona entretejida de ramas y cuatro velas que se irán encendiendo sucesivamente, domingo a domingo. Pero si no pasa más, el Adviento habrá quedado reducido a mera ambientación estética, como les ocurre a calles y negocios con los adornos navideños. El Adviento en sentido estricto son cuatro semanas de «preparativos» para la celebración de la Navidad, pero en un sentido más amplio es un tiempo permanente, es el tiempo propio de la Iglesia, porque la Iglesia está en el mundo trabajando por y para la venida del Señor. La paradoja es ésta: a la vez que esperamos esta venida, afirmamos que el Señor está entre nosotros. Una y otra vez la liturgia nos lo recuerda con los sucesivos saludos del sacerdote: «El Señor esté con vosotros». Es que él lo ha prometido. Se ha comprometido a ello: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el final de los días» (Mt 28, 20). Este compromiso lo cumple a través de su Palabra, a través de los que van sucesivamente «heredando» el ministerio de los Apóstoles. «A quien vosotros oye a mí me oye» (Lc 10, 16). Pero también a través del conjunto de los fieles que estamos unidos a él por el Bautismo y la Eucaristía, como injertos que han prendido y dan frutos «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos» (Jn 15, 5). Aunque no siempre. Pues no son pocos los injertos que se han secado o que deliberadamente han sido arrancados de la Vid. Cuando no lo que se pretende es arrancar la misma viña del Señor plantada en nuestra península hace dos mil años, como está ocurriendo con el laicismo beligerante y anticatólico que cada día se va pareciendo más, por lo que me cuenta mi abuelo, al de los años treinta. Entre tanto los extraños a la fe no deberían vivir indiferentes ante los recortes de derechos, ni los católicos asustados o confiados por la moratoria en la retirada de los crucifijos ¿Hasta de los colegios concertados?

¿Qué nos toca? Toca vivir con paz cada momento. Descubriendo que cada día es tiempo de gracia, en el que hay que «trabajar de sol a sol» por el Reino de Dios. Tocará, como dice el evangelio de hoy, allanar senderos, elevar valles, rebajar montes y enderezar lo torcido, «como Dios nos dé a entender». Que seguro se hará entender. Toca vivir con confianza, como nos decía el apóstol Pablo: «Ésta es nuestra confianza: el que ha inaugurado entre vosotros esta empresa buena, la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús». Gracias, pues, a estas presencias cotidianas de Jesús «ahora y siempre» los cristianos no hemos desaparecido en la historia y seguimos formando una comunidad compacta que pide, espera y trabaja por la manifestación gloriosa del Salvador.

La Opinión-El Correo de Zamora, 6/12/09.

En los días de esterilidad


JOSÉ ÁLVAREZ ESTEBAN

Que no, que no soy capaz de sorprender como en años pasados con un «Cuento de Navidad». Ha llegado demasiado pronto este comentario y ni la meteorología, que huele más a otoño que a otra cosa, ni el ánimo general, ni el momento social y político cada vez más ajeno a lo entrañable, cálido y pacífico de estas fechas, ni el mercado de trabajo, ni la marejada tirando a temporal del Constitucional, ni el cabreo de la gente están para excesos literarios. Por más que me estrujo los sesos no me viene. Me quedo, pues, con aquello de Alphonse de Lamartine: «No reveles tus cuentos a nadie y no sueñes ya más». Así que manda el momento y la sobriedad y el morado, que se queda a medio camino entre el blanco de la Navidad y el negro, negrísimo, de la crucificadora política de ZP. La Iglesia, entretanto, a lo suyo como Isaías, a ser voz que grita en el desierto para hacer accesible, comprensible y conmovedor el mundo del espíritu, de Dios.

Es de noche y me encuentro dando forma a este comentario. Bajo al portal de casa para recoger la propaganda que se acumula en el buzón de la comunidad sin que nadie se moleste en retirarla. Busco una frase, algún eslogan, de esos que el comercio no tiene rubor en tomar del mundo de lo religioso a modo de reclamo. La Navidad permite esa apropiación. Pero no, lo único que veo es el anuncio de «última oportunidad para aprovechar los mejores precios del año». También el Adviento, me digo, es una oportunidad para hacerse con lo que no tiene precio, con ese don siempre expresado, nunca retirado, de un Dios que no se ofrece como producto de mercado ni esconde en el anverso la fecha de caducidad. Entonces, el círculo de lo religioso, ¿qué es lo que ofrece? Pues, sencillamente, el término «ofrecer» no parece el más adecuado, como si por estas fechas anduviera metido en una guerra de mercados. La Iglesia no tiene a Dios en propiedad, lo celebra, eso sí, e invita a esa celebración a todo aquel que no sienta como molesta la entrada de Dios en la historia, ni repugne los signos de su presencia, crucifijos incluidos.

Larga víspera de la Navidad es el Adviento. Hacia fuera, tiempo de anuncios y de luces de neón, tiempo de sueños y de carteros, tiempo de augurios, de ofertas y oportunidades. Hacia dentro, en el reducto de la fe, tiempo de Isaías y de Juan el Bautista, tiempo de María y de José espantando fantasmas y pasando las noches en claro, tiempo de compasión y de la aparición de un Dios que puede ser hallado incluso por quienes no le buscan. Tiempos duros los nuestros, pero Dios, en su bondad, acostumbra a aparecer en los días de esterilidad.

La Opinión-El Correo de Zamora, 6/12/09.